Alemania ha inaugurado una nueva era en su política sobre drogas al legalizar el consumo recreativo de cannabis para mayores de 18 años a partir de este lunes. La medida, aprobada por el Consejo Federal Alemán (‘Bundesrat’) el pasado 22 de marzo, ha sido recibida con entusiasmo por activistas y partidarios durante un evento denominado ‘Smoke-In’, celebrado en la emblemática Puerta de Brandeburgo en Berlín. Este acontecimiento marca un hito importante, al permitir a los adultos poseer hasta 50 gramos de cannabis seco en casa y hasta 25 gramos en público para uso personal, así como cultivar hasta tres plantas por adulto a nivel doméstico.
La normativa estipula que el cultivo y la distribución de cannabis se realicen exclusivamente a través de asociaciones de cultivo conocidas como Clubes Sociales de Cannabis. Estos clubes funcionan bajo un modelo en el que los miembros pueden adquirir cannabis para su uso recreativo, aunque queda prohibido su consumo en las instalaciones del club. Con la ley también se introduce una serie de restricciones para el consumo en la vía pública, limitándolo a después de las 19:00 horas y a no menos de 100 metros de cualquier centro escolar.
Este paso legislativo coloca a Alemania en línea con otros países europeos como Malta y Luxemburgo, que han adoptado medidas similares en años recientes, y se distingue de la política más restrictiva de países vecinos como Francia y Holanda. El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, argumentó que la intención detrás de la ley es combatir el tráfico ilegal de marihuana y reducir la delincuencia que se asocia al mercado negro.
Acceso a productos seguros
La nueva legislación aspira a asegurar el acceso a productos seguros, de alta calidad y regulados para los consumidores. Además, a partir del 1 de julio, se permitirá a los Clubes Sociales de Cannabis cultivar marihuana de forma colectiva y suministrarla a sus miembros, estableciendo un marco para la plantación colectiva con un límite de 500 personas por club, que deben ser residentes en Alemania desde hace al menos seis meses.
Sin embargo, la norma no ha estado exenta de críticas. Sectores como la Policía y la Federación de Jueces Alemanes han expresado su oposición, señalando un aumento en la burocracia y la incertidumbre en la ejecución de sus funciones. La oposición conservadora ha criticado los planes del gobierno, argumentando que la legalización podría tener efectos contraproducentes, especialmente entre los jóvenes.
La legalización del cannabis en Alemania representa un punto de inflexión en la política de drogas del país, prometiendo impactos tanto en la sociedad alemana como en el panorama internacional de la regulación del cannabis.