La COP28 celebrada en Dubái, ha presentado una propuesta de acuerdo que ha generado controversia en el ámbito de la política climática. La presidencia de la cumbre, liderada por los Emiratos Árabes Unidos, ha propuesto «reducir» el uso de combustibles fósiles en lugar de su completa eliminación. Este enfoque ha sido criticado por no establecer un camino claro hacia la eliminación de combustibles fósiles en las próximas décadas, una demanda clave de muchos países y grupos ambientalistas.
El acuerdo, sujeto a la aprobación de los representantes de casi 200 países, sugiere la sustitución de combustibles fósiles en los sistemas energéticos. No obstante, permite el uso continuo de petróleo, gas y carbón mediante técnicas de captura y almacenamiento de carbono, así como la producción de hidrógeno de baja emisión de carbono. Estas tecnologías, aunque prometedoras, reciben críticas por su costo y falta de desarrollo a gran escala.
El texto propuesto también aboga por eliminar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles y triplicar la capacidad de energías renovables, junto con un doble enfoque en la eficiencia energética. Específicamente, se promueve la eliminación gradual de la generación de electricidad con carbón sin sistemas de captura de emisiones y se plantean limitaciones para nuevas plantas que empleen este combustible.
Punto de discordia
Sin embargo, el enfoque en «reducir» en lugar de «eliminar» el uso de los combustibles fósiles provoca un punto de discordia entre los países que participan en la cumbre, así como con los grupos ambientalistas y los lobbies de los combustibles fósiles. La Unión Europea, en particular, ha expresado su descontento con la falta de una senda clara para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. Representantes de las Islas Marshall y otros grupos ecologistas han calificado la propuesta de «inaceptable», demandando una mayor ambición.
El presidente de la COP28, Sultan Ahmed Al Jaber, ha reconocido los avances, pero también la necesidad de más trabajo en esta área. La propuesta debe ser analizada y negociada por los países participantes, en un contexto de posiciones enfrentadas y negociaciones difíciles.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha enfatizado la importancia de un consenso sobre la necesidad de eliminar gradualmente los combustibles fósiles para cumplir con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius. Guterres ha propuesto un enfoque diferenciado para los recortes de emisiones, con una reducción más rápida para los grandes emisores y apoyo financiero para los países menos desarrollados.
Combustibles fósiles vs energías renovables
Este debate en la COP28 refleja las tensiones inherentes entre los países productores de combustibles fósiles y aquellos que abogan por una transición rápida hacia energías renovables. Países como Arabia Saudí e Irak han expresado oposición a menciones explícitas sobre el fin de los combustibles fósiles, mientras que la Unión Europea y otros buscan un compromiso firme en esta dirección.
En resumen, la COP28 se enfrenta a un desafío significativo para equilibrar las demandas de una transición energética justa y equitativa con las realidades políticas y económicas de los países dependientes de los combustibles fósiles. El éxito de la cumbre dependerá de la capacidad de los países para llegar a un consenso y comprometerse con acciones concretas para abordar el cambio climático de manera efectiva.