Corea del Norte y Corea del Sur elevan la tensión militar en la península tras el lanzamiento de varios misiles que por primera vez desde la Guerra de Corea cayeron a las costas de su respectivo vecino. Pyongyang fue primero en apretar el gatillo tras disparar 17 misiles de distinto tipo, tres de ellos balísticos y Seúl respondió con el lanzamiento de otros tres misiles en la mayor escalada en un solo día desde la guerra de Corea.
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha calificado el movimiento del vecino norcoreano como un “acto efectivo de intrusión territorial”, según Reuters. La respuesta de Seúl al lanzamiento de misiles norcoreanos se ha producido de manera inmediata con el disparo de tres misiles también sobre el mar en dirección norte desde cazas de combate.
Escalada de tensión
«Es la primera vez desde la división (de la península) que un lanzamiento norcoreano cae en nuestras aguas nacionales al sur de la LLN», ha dicho en un comunicado enviado después a los medios el teniente general Kang Shin-chul, jefe de operaciones del Estado Mayor Conjunto (JCS), tal y como recoge RTVE. El mandatario ha calificado la acción de «absolutamente inaceptable» y ha avisado de que su ejército respondería «con decisión» si Corea del Norte persiste en el lanzamiento de misiles.
Este misil norcoreano ha caído además a 167 kilómetros al noroeste de la isla de Ulleung, donde se ha activado la alarma antiaérea, aparentemente porque el misil parecía inicialmente dirigido ahí. El primer nivel de alerta, que implica la publicación de advertencias sonoras en altavoces municipales y en teléfonos móviles y televisores, se ha mantenido en la isla, de unos 9.000 habitantes, durante unas cinco horas.
«Tormenta Vigilante»
El nuevo lanzamiento de misiles del Norte se ha producido mientras Seúl y Washington desarrollan un ejercicio militar conjunto en el que participan más de 240 aviones, algo que Pyongyang ha denunciado como un acto hostil. Esta operación se ha denominado «Tormenta vigilante» y el régimen norcoreano asegura que es una «provocación militar».
“Se está creando una grave situación en la península de Corea debido al excesivo enfrentamiento militar de las fuerzas hostiles”, ha dicho Pak Jong-chon, secretario del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea del Norte, a través de una declaración recogida por la agencia oficial del país, KCNA.
El régimen norcoreano también se ha quejado del nombre del ejercicio, por su parecido con Tormenta del desierto, como bautizó Washington la operación militar de la primera Guerra del Golfo, en 1991. “Es un mal presagio”, ha subrayado Pak y como recoge El País.
