El Gobierno británico de Rishi Sunak ha anunciado el endurecimiento de su política antimigración irregular con una nueva ley que busca prohibir el asilo a las personas que lleguen a través del Canal de La Mancha. Además, mantiene el polémico «Plan Ruanda» para deportaciones. El plan contempla la deportación de los migrantes que lleguen a través del Canal de La Mancha a lo que el Gobierno califica como «países seguros», como Ruanda. Además, se les prohibirá regresar al Reino Unido y no podrán solicitar asilo ni la ciudadanía británica.
«El problema es insostenible», proclamó la secretaria de Interior, Suella Braverman, que defendió la así llamada Ley de Inmigración Ilegal, recordando las muertes en el Canal de la Mancha y el coste de unos 3.300 millones de euros al año en el alojamiento de inmigrantes en hoteles, según publica El Mundo.
«La necesidad de una reforma de este sistema es urgente».
Tal y como recoge El Mundo, «hasta 100 millones de personas podrían venir al Reino Unido si las rutas legales y seguras fueran ilimitadas», declaró Braverman. «La gran mayoría de gente que ha llegado aquí son hombres mayores de 40 años que han estado viajando por países seguros. La necesidad de una reforma de este sistema es urgente».
Crisis migratoria
El Reino Unido se enfrenta a la misma problemática que vive la Unión Europea con sus fronteras. La crisis migratoria creciente que vive la isla podría convertirse en la piedra de toque que arruine las expectativas electorales del Partido Conservador, ante una realidad que no hace más que crecer como la migración irregular.
El año pasado cruzaron el canal casi 46.000 inmigrantes; en 2021, fueron 28.500; en 2020, 8.466; en 2019, 1.843; en 2018, el primer año en que el Gobierno comenzó a contar los inmigrantes interceptados, 299. La iniciativa legislativa de Sunak para interceptar la migración irregular por el Canal de La Mancha llevará a nuevas reuniones con el Ejecutivo de Emmanuel Macron para abordar la crisis.