En una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general, António Guterres, expresó su profunda preocupación por el panorama actual en cuanto al riesgo de una catástrofe nuclear. Haciendo referencia a la película biográfica sobre J. Robert Oppenheimer, conocido como el padre de la bomba atómica, Guterres declaró que «la humanidad no podrá sobrevivir a una secuela de Oppenheimer».
Guterres subrayó que el reloj simbólico del fin del mundo avanza con una intensidad que no puede ser ignorada, haciendo hincapié en la urgencia de poner fin a la amenaza nuclear. En un momento en el que las tensiones geopolíticas están en niveles preocupantes, el secretario general destacó que las armas nucleares representan un peligro claro y presente para la paz y la seguridad global.
Recordando su llamado previo al desarme nuclear en 2018, Guterres advirtió que el incremento de la amenaza nuclear es evidente cuando los países buscan su propia seguridad sin considerar las consecuencias globales. Este aumento del riesgo de guerra nuclear es el más alto en décadas, comparado incluso con la crisis de los misiles en Cuba de 1962.
Crecimiento en poder y alcance
El secretario general enfatizó que las armas nucleares son las más destructivas jamás creadas, capaces de eliminar toda forma de vida en la tierra. Con un crecimiento en poder y alcance, estas armas representan una amenaza que la humanidad no puede permitirse.
Guterres hizo un llamado a la acción, señalando la ausencia de los estados poseedores de armas nucleares en el diálogo sobre el desarme. También destacó la necesidad de priorizar las inversiones en herramientas de paz sobre las de guerra, así como la importancia de controlar las nuevas tecnologías para evitar que contribuyan a la proliferación nuclear.
En la sesión, Estados Unidos y Rusia reiteraron la gravedad del uso de armas nucleares, aunque también se acusaron mutuamente de aumentar el peligro nuclear. Guterres instó a denunciar con claridad y fuerza cualquier retórica que pueda provocar una escalada en la amenaza nuclear, enfatizando que una guerra nuclear no puede ganarse y que el desarme es la única opción para evitar un destino trágico.