El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, ha sugerido a Estados Unidos la imposición de un embargo de armas a Israel en respuesta a lo que considera operaciones «excesivas» y «desproporcionadas» en el sur de Gaza, que amenazan la situación humanitaria de millones de palestinos. Esta declaración se produjo en el marco de una reunión de ministros de Cooperación en Bruselas, donde se destacó la preocupante situación en Rafah, epicentro de recientes operaciones militares israelíes que complican aún más el acceso a suministros básicos en la Franja de Gaza y presagian un empeoramiento de la ya grave crisis humanitaria.
Borrell ha instado a Estados Unidos, principal aliado de Israel, a reconsiderar su apoyo militar en vista del elevado número de víctimas palestinas, sugiriendo que medidas más allá de las declaraciones de preocupación son necesarias para reducir la violencia. La intervención de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, quien previamente había advertido a Israel contra ataques en Gaza sin un «plan creíble» para la protección de civiles, refleja la creciente alarma internacional ante la escalada de violencia.
En este contexto, el papel de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha sido defendido por Borrell frente a las críticas y acusaciones de complicidad con ataques de Hamás, destacando su labor insustituible en la provisión de ayuda a los refugiados palestinos. Mientras España anuncia fondos adicionales para apoyar a la UNRWA, otros países europeos, incluyendo Alemania y el Reino Unido, han pausado sus contribuciones a la espera de los resultados de investigaciones internas sobre las acusaciones israelíes contra personal de la agencia.
Respuesta coordinada y efectiva a la crisis humanitaria
La reunión de ministros también sirvió como plataforma para discutir la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva a la crisis humanitaria en Gaza, con llamados a terminar con las hostilidades y aumentar la asistencia a los afectados. La situación en Oriente Próximo sigue siendo compleja, con llamados a la transparencia y la rendición de cuentas tanto por parte de Israel como de la UNRWA en medio de acusaciones mutuas de mala conducta.
En resumen, la propuesta de Borrell de embargo de armas refleja una creciente preocupación europea por las consecuencias humanitarias de la continuada violencia en Gaza, buscando ejercer presión internacional sobre Israel para mitigar el conflicto, al tiempo que se asegura el sostenimiento de la asistencia humanitaria a través de la UNRWA, a pesar de las controversias actuales.