Cuando el joven Justin Trudeau asumió el liderazgo del Partido Liberal en 2013 quizás no imaginó que 10 años más tarde estaría al frente de un segundo mandato de una potencia económica como Canadá. El primer ministro canadiense ha sorteado todo tipo de obstáculos durante su trayectoria política, más aún con una pandemia de por medio, que arreció severas críticas de la oposición por su gestión.
Aunque creció en un ambiente político, Justin Trudeau no es un político profesional. Su primer trabajo fue como maestro de escuela. Acostumbrado a los focos mediáticos por ser hijo de Pierre Elliott Trudeau, ex primer ministro de Canadá, el joven Trudeau se mueve como pez en el agua de la política desde 2008, cuando fue elegido parlamentario por el Partido Liberal.
Su línea política ha seguido un marcado carácter social y reformista, con múltiples medidas enfocadas al medio ambiente y modificación de leyes relacionadas con el derecho al aborto y el matrimonio homosexual. Justin Trudeau ha declarado en diversas ocasiones estar a favor de la oportunidad de las mujeres a la terminación voluntaria del embarazo, una posición que ha generado una dura reacción de los grupos antiabortistas y que estuvo presente durante la campaña electoral de 2015.
El político canadiense siempre ha defendido la necesidad de involucrar más al país en la escena internacional.
Desde Justin Trudeau asumió el cargo de primer ministro de Canadá en 2015, ha proyectado políticas sociales sobre el plano internacional. El político canadiense siempre ha defendido la necesidad de involucrar más al país en la escena internacional, para intervenir de forma constructiva en las distintas cuestiones geopolíticas del mundo.
Papel en conflictos geopolíticos
En este sentido, el Gobierno de Trudeau ha tenido su papel a la hora de abordar conflictos geopolíticos cruciales como el palestino-israelí o la guerra de Siria. El ejecutivo canadiense ha acostumbrado a manifestarse abiertamente de multitud de cuestiones que siguen vigente como Venezuela, Irán y Corea del Norte.
La guerra de Ucrania también ha servido para la demostración diplomática de Justin Trudeau en su proyección internacional de la política canadiense. El goteo imparable de ayuda hacia Ucrania ha convertido en Canadá en uno de los primeros valedores de la posición de Ucrania frente a la invasión de Vladimir Putin.
Sin embargo, pese a todo, el político canadiense también ha tenido que lidiar con crisis de popularidad que le llevaron a estar a punto de no revalidar mandato en las últimas elecciones. Las urnas le dieron una nueva oportunidad en 2021 de persistir en las políticas que ha mantenido hasta ahora y Justin Trudeau parece dispuesto a seguir desplegando todo el arsenal.