Decenes de miles de personas se congregaron en Buenos Aires, en un despliegue de descontento popular, para protestar contra las políticas del presidente Javier Milei, que han impactado severamente la financiación de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y otras instituciones educativas públicas. Estas manifestaciones, ocurridas el martes, representan el mayor desafío al que se ha enfrentado Milei desde su asunción el pasado 10 de diciembre.
La UBA, epicentro de la protesta y una de las instituciones de educación superior más prestigiosas de América Latina, ha sufrido un recorte presupuestario del 61% y una reducción salarial del 35% bajo el nuevo gobierno, según informó Matías Ruiz, responsable de Hacienda de la UBA. Estas medidas han encendido alarmas sobre el futuro de la educación gratuita en el país, esencial para el ascenso social de muchas generaciones.
La manifestación no solo abarcó a la capital del país, sino que también se extendió a otras regiones, destacando especialmente en Córdoba, donde se reportó la participación de más de 50,000 personas. La protesta logró unir a un espectro político muy amplio, desde peronistas y radicales hasta socialdemócratas, estudiantes y docentes, así como a miembros de las dos centrales obreras y hasta legisladores ultraliberales, en un frente común en defensa de la educación pública.
Críticas a las manifestaciones
El Ministro del Interior de Milei, Guillermo Francos, sostuvo que los manifestantes no comprenden la situación económica del país, mientras que críticos y legisladores de su propio partido, La Libertad Avanza, expresaron su desacuerdo con las políticas actuales, afirmando su compromiso con la defensa de la educación pública.
Milei, por su parte, ha utilizado las redes sociales para desacreditar la marcha, argumentando que está politizada y destacando la presencia de símbolos de organizaciones sindicales y políticas. El presidente compartió imágenes de la Plaza de Mayo, sugiriendo que la protesta tiene un trasfondo político más que educativo.
Estas manifestaciones ocurren tras un mensaje de Milei celebrando el primer trimestre de superávit financiero en 18 años, aunque economistas advierten que este resultado se debe a la postergación de pagos estatales más que a una administración eficaz.
