El Parlamento turco dio luz verde a la adhesión de Suecia a la OTAN, resolviendo así el principal obstáculo que enfrentaba la candidatura sueca debido al veto turco. La ratificación se llevó a cabo después de una extensa sesión de debate, resultando en 287 votos a favor y 55 en contra. Con esto, Hungría se convierte en el último país de la Alianza Atlántica que aún debe completar el proceso de aprobación.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, extendió una invitación a su homólogo sueco para discutir la aprobación en Budapest. Sin embargo, Estocolmo respondió de manera firme, indicando que no hay nada que negociar. El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, celebró la votación como un paso «positivo» hacia la plena membresía en la OTAN.
Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza, expresó su satisfacción por la decisión turca y expresó su confianza en que Hungría complete rápidamente su proceso de ratificación. Recordó que la invitación a Suecia para unirse a la OTAN fue respaldada por todos los Aliados en la Cumbre de la OTAN de Madrid hace 20 meses.
Camino lleno de obstáculos
Las negociaciones para la entrada de Suecia se habían complicado, especialmente debido a episodios de quema del Corán iniciados por políticos de extrema derecha, que se sospecha que cuentan con la influencia de Moscú. Además, Ankara exigía concesiones en la venta de armas por parte de Estados Unidos a cambio de su aprobación, una operación que parece avanzar tras el levantamiento del veto turco sobre Suecia.
En el debate parlamentario turco, el exvicepresidente Fuat Oktay destacó los cambios realizados en la legislación sueca como un éxito de la diplomacia del Gobierno turco. Sin embargo, los partidos de la oposición aprovecharon la ocasión para criticar la política exterior del Gobierno de Erdogan.
La votación recibió el respaldo de los principales partidos de la coalición turca, así como del mayor partido de la oposición. Sin embargo, algunos partidos islamistas y nacionalistas, así como otras formaciones más pequeñas, se abstuvieron o votaron en contra, citando diversas razones, desde las quemas del Corán en Suecia hasta críticas a la OTAN.
Con la ratificación turca, Hungría se convierte en el último escollo en el camino de Suecia hacia la plena membresía en la OTAN. Aunque Orbán aseguró que no sería un obstáculo, ha demorado la ratificación alegando críticas a la situación de las libertades y el retroceso en el Estado de derecho en Hungría por parte de diputados suecos. Aunque envió una invitación a Kristersson para negociar, Suecia rechazó la propuesta, destacando que no hay nada que negociar y expresando la esperanza de que Hungría ratifique la adhesión lo más pronto posible.