Los residentes en el Reino Unido que se vayan de vacaciones al extranjero se enfrentarán a partir de la próxima semana a multas de 5.000 libras (5.789 euros), según la nueva legislación que prepara el Gobierno británico y que será votada este jueves en el Parlamento.
Así lo indicó este martes el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, ante la posibilidad de que una nueva ola de contagios llegue desde Europa a este país, que registró el lunes su cifra más baja de muertes diarias, 17, por el virus desde el pasado septiembre.
La nueva ley, que endurecerá las restricciones para contener la propagación de la covid-19, impone multas cuantiosas para quienes no tengan una razón de fuerza mayor para salir del país –algo que de hecho no está permitido desde enero– y, de ser aprobadas el jueves, entrarán en vigor el próximo lunes.
En un principio, la hoja de ruta detallada por el Ejecutivo de Boris Johnson para proceder con la desescalada contemplaba permitir los viajes no esenciales a partir del 17 de mayo, como muy pronto.
Los personas que viajen desde Inglaterra a otra parte del Reino Unido con el objetivo de abandonar el país o se dirijan a un aeropuerto con ese objeto también serán multadas
Sin embargo, según un borrador de ley que recogen hoy medios locales, salir del país sin una «excusa razonable», como por motivo de trabajo o de educación, será ilegal hasta el 30 de junio. En declaraciones al canal «Sky News», Hancock señaló hoy que el grupo de trabajo gubernamental sobre viajes revisará las disposiciones relativas a los desplazamientos al extranjero e informará de ello el próximo 12 de abril.
Tras esta noticia se ha conocido la decisión de España de levantar las restricciones de entrada por vía aérea y marítima de pasajeros de Reino Unido. Los ciudadanos de Reino Unido que tengan que desplazarse a suelo español deberán presentar una PCR negativa, como se obliga a los países pertenecientes a Schengen.