Con 325 votos a favor, uno en contra y 19 abstenciones, el Parlamento Europeo aprobaba este jueves una resolución de condena por el “presunto asesinato de Estado de Jamal Khashoggi“.
El embargo de armas se ha convertido en el punto más polémico de la resolución. Tanto es así que ha colocado entre la espada y la pared a más de una delegación. Entre ellas, a la española. Los eurodiputados del POSE han secundado la propuesta general, condenando el asesinato de Khashoggi. Sin embargo, se han abstenido en el punto concreto del embargo de armas, para mantener “la coherencia con la posición manifestada por el presidente del Gobierno”. Y es que Pedro Sánchez se ha mantenido en contra de paralizar la venta de armas a Arabia Saudí.
La petición del Parlamento de embargar la venta de armas al país redobla la presión sobre los Gobiernos europeos que no se lo habían planteado. O que lo habían rechazado desde el principio. Solo Alemania ha anunciado que estudiará denegar el permiso de exportación mientras no se aclare la muerte de Khashoggi.
Reino Unido y Francia, los dos proveedores principales de armas a Arabia, no han hecho amago de frenar las ventas. Y la alta representante de Política Exterior de la UE, Federicha Mogherini, junto a los ministros de Exteriores del G-7, se ha limitado a pedir justicia. Y a exigir a Arabia Saudí que garantice que no volverá a ocurrir.
Venta de armas de España
España sólo cubre el 3% de las importaciones de Arabia Saudí. Y el mercado saudí, a su vez, supuso un 6% de las ventas en 2017. Lo que supone una facturación de 270 millones de un total de 4.347 millones.
“Por supuesto que las sanciones y dejar de vender a Arabia Saudí son siempre gestos políticos significativos. Pero por esa vía no hemos conseguido parar la masacre en Yemen”, ha dicho la eurodiputada Elena Valenciano. “La respuesta verdaderamente eficaz consiste en restaurar la legitimidad y la fuerza del orden internacional”, añadía.
Entre las sanciones que se han contemplado, la expulsión inmediata de Arabia del Consejo de DDHH de la ONU.
“Khashoggi es una más de las víctimas de esa monarquía medieval saudí”, señaló Valenciano. “Pero es la víctima que ha puesto en evidencia que lo que tiene que cambiar es el juego de tronos y tribus entre Arabia Saudí y los países occidentales”, concluía.