Los medios estatales iraníes han ofrecido diferentes tasas de muertes por el ataque, que van desde 27 hasta 41.
Un grupo separatista llamado Jaish al-Adl, o Ejército de Justicia, ha asumido la responsabilidad, según la agencia estatal de noticias IRNA. El incidente tuvo lugar en una carretera del desierto cerca de la volátil frontera de Irán con Pakistán y Afganistán, donde se sabe que el grupo opera. Se produce dos días después de que Irán llegara al 40 aniversario de la Revolución Islámica.
El camión estaba cargado de explosivos cuando detonó y alcanzó el autobús que transportaba a miembros de la guardia que regresaban de «una misión de vigilancia fronteriza», informó Fars.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Bahram Qassemi, dijo que Irán buscará venganza por el ataque suicida, según la agencia de noticias. «Los abnegados militares y los niños de inteligencia del pueblo de Irán se vengarán por la sangre de los mártires de este incidente», dijo Qassemi.
Ali Fadavi, comandante de la Corporación de Guardias de la Revolución Islámica de Irán, ha prometido una respuesta firme al atentado mortal, informó Fars.
«Nuestra respuesta, dirigida a salvaguardar la Revolución Islámica, no se limitará solo a la geografía que nos pertenece», dijo Fadavi.
El atentado ocurrió cuando los líderes mundiales se reunieron en Varsovia, Polonia, para una reunión con el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo. La reunión fue anunciada como una conferencia para contrarrestar la expansión militar de Irán.
Irán está involucrado en varios conflictos regionales, incluidos los de Siria y Yemen. Casi un año después de que el presidente de norteamericano Donald Trump sacara a Estados Unidos del histórico acuerdo nuclear de Irán, la economía del país se ha debilitado bajo las agresivas sanciones estadounidenses.
Los precios se han disparado, la moneda se ha desplomado y la escasez de alimentos y medicamentos ha afectado a los hogares en todo el país.