El vicepresidente del Cercle d’Economia, Jordi Gual, ha defendido este jueves 17 de junio ante el líder del PP, Pablo Casado, que los posibles indultos a los dirigentes independentistas condenados por el «procés» no deben ser vistos como «concesiones inaceptables ni vergonzosas», sino como el inicio del diálogo. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha seguido la misma línea argumentativa. No obstante, el presidente del PP, Pablo Casado, ha vuelto a insistir en que los indultos a los líderes del «procés» solo traerían «más frustración».
En primer lugar, el expresidente de Caixabank, Jordi Gual, se ha pronunciado en el arranque de la segunda jornada de la XXXVI Reunión del Cercle d’Economia, foro empresarial que se celebra esta semana en Barcelona.
Antes de dar la palabra a Casado, protagonista de la primera conferencia del día, Gual ha sostenido que los indultos a los encausados por el referéndum ilegal del 1-O «es probable que no resuelvan el problema» de las relaciones entre Cataluña y el resto del Estado, pero «son un inicio del diálogo». La alternativa, ha advertido, es la «cronificación del conflicto», que es «muy negativa para Cataluña y para España».
No solo están «a favor» de los indultos los empresarios catalanes
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, no estaba hoy en el acto del Círculo de Economía, pero ha defendido en una entrevista que el Gobierno conceda los indultos a los líderes independentistas en prisión si ello contribuye a que la situación política se «normalice», puesto que se trata de una herramienta amparada por el «Estado de Derecho».
Asimsimo, ha pedido «tranquilidad, confianza y estabilidad» para que la economía funcione y ha opinado que el «diálogo» es «bueno».
El líder de la oposición, Pablo Casado, sí ha acudido este jueves a Barcelona, donde ha expresado un rechazo tajante a los indultos de los líderes independentistas porque no cree que esa sea la vía para la concordia y ha advertido de que esa decisión traerá en el futuro «más frustración».
Ha insistido en que Cataluña no tiene un problema de democracia, sino que existe un problema de cumplimiento de la ley, y hay que cumplir tanto con la Constitución como con el Estatut.