Pablo Casado Blanco ha dejado la política a sus 41 años y tras casi dos décadas ligado al Partido Popular. El expresidente de la formación ha confirmado este fin de semana en el XX Congreso Nacional del PP en Sevilla que renuncia al escaño en el Congreso y que se desvincula de cualquier cargo orgánico del partido. Le toca reinventarse y encontrar una nueva profesión después de que Alberto Núñez Feijóo se haya convertido en el nuevo líder del PP.
Un ciudadano español medio, a su edad, está empezando a afianzar su carrera laboral. En cambio, el político palentino ha desarrollado ya, seguramente, la parte más trascendente de su vida profesional. En un símil con los deportistas de élite, Casado se retira con los bolsillos llenos y con las experiencias vitales completas, pero con muchos años por delante para construir un nuevo futuro. En su caso, el problema no ha sido la edad o las lesiones. La despedida ha sido propiciada por su derrota contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el pulso por el contrato de las mascarillas del hermano de la presidenta.
¿Qué hará?
Casado tiene opciones para elegir. Es licenciado en Derecho y en Dirección y Administración de Empresas, aunque nunca ha trabajado en el sector privado. A los 24 años ya estaba afiliado al PP y, el año siguiente, en 2005, fue nombrado presidente de Nuevas Generaciones del partido. A partir de aquí ha sido diputado en la Asamblea de Madrid y en el Congreso Nacional hasta convertirse, durante casi 4 años, en el líder de la oposición y en el presidente del Partido Popular.
«Siempre he dicho la verdad», Pablo Casado
Según reportan medios digitales, su única experiencia fuera del sector público son unas prácticas en el Banco Santander. No cabe duda que Casado encontrará un empleo que se ajuste a sus capacidades y experiencias aunque la incógnita es saber cuál, ya que aún no se ha pronunciado.
Profesiones típicas de los políticos retirados
Si coge como referencia a otros políticos, en los últimos tiempos ha habido varios casos de cargos públicos que han terminado en bufetes de abogados o de asesores en multinacionales. Son los casos del expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que se incorporó en marzo de 2020 al despacho de abogados Martínez Echevarría; del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se reincorporó a su plaza de registrador de la propiedad en Santa Pola; y Antonio Miguel Carmona, que fue nombrado nuevo vicepresidente de Iberdrola en España el año pasado tras haber estado toda su vida ligado al PSOE.
Otra solución son los medios de comunicación. Su tocayo, Pablo Iglesias, se retiró de la política en 2021 y decidió colaborar con periódicos y emisoras de radio. Es tertuliano de la Ser y ha creado el podcast ‘La Base‘.
El futuro del expresidente del PP es incierto. Aún no ha despejado ninguna duda sobre su devenir, ni siquiera en su nueva biografía de Twitter, ya que la ha dejado en blanco. Acción que ha despertado a los haters de esta red social:
¿Encontrará pronto Casado un puesto como asesor o ejecutivo, o se centrará en su familia en los próximos meses? La incógnita está ahí, aunque ideas e inspiración no le pueden faltar a la vista de otros ejemplos de políticos jubilados.
