El expresidente francés Nicolas Sarkozy (2007-2012) prosiguió este jueves 30 de septiembre el calvario judicial iniciado tras su salida del Elíseo con una segunda condena, esta vez a un año de cárcel por la financiación ilegal de la campaña de 2012. Este revés se produce un día después de su participación en Madrid en la Convención Nacional del PP.
Los jueces consideraron probado que la campaña para su reelección en 2012 se benefició de importantes medios financieros, muy superiores a los de su rival, el socialista François Hollande, que, sin embargo, logró desalojarle del poder.
Sarcozy recurrirá
La pena fue severa para Sarkozy, incluso superior a la solicitada por la Fiscalía, que era de un año de cárcel pero con la mitad exento de cumplimiento, justificada por los jueces por la «condición» del acusado, obligado a la ejemplaridad, y por la «gravedad de los hechos».
Ausente en el tribunal durante la lectura del veredicto, el líder conservador, alejado desde 2016 de la primera línea política aunque todavía muy influyente en la derecha francesa y europea, anunció a través de sus abogados que recurrirá la sentencia, como ya hizo con la dictada en marzo pasado, lo que deja ambas en suspenso.
Segunda condena en 7 meses
Entonces fue condenado a tres años de cárcel, dos de ellos exentos de cumplimiento, por corrupción y tráfico de influencias, al haber tratado de obtener informaciones procesales confidenciales de un magistrado al que prometió ayudar en un ascenso.
Aquel escándalo, que le convirtió en el primer expresidente francés condenado a prisión firme, empañó la figura de quien fue el jefe del Estado entre 2007 y 2012, pero ahora su prestigio sufre un nuevo golpe, esta vez con evidentes tintes políticos.
Esta condena al expresidente francés coincide con la Convención Nacional del Partido Popular. De hecho, Sarkozy estuvo ayer presente en la tercera jornada de reunión de la formación, que tuvo lugar en Madrid. El político conservador se citó con Pablo Casado, con el alcalde de la capital, Martínez Almeida, y con todos los concejales de la capital. A la que no pudo saludar fue a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, que aún sigue de viaje promocional de la Comunidad de Madrid en Estados Unidos.
El expresidente de la República francesa aconsejó a Casado que «amplíe el partido para poder ganar las elecciones y que el PP no sea timorato en la defensa de sus convicciones», horas antes de recibir la noticia de que la justicia francesa le había vuelto a condenar por corrupción.