“Rusia tiene un nuevo tipo de arma muy poderosa”. Así anunció Putin el nuevo sistema estratégico intercontinental. El presidente ruso acudió al Centro Nacional de Mando para presenciar el exitoso ensayo del nuevo misil hipersónico, Avangard.
Según informó el Kremlin, con esta prueba se terminan los ensayos de este armamento. Además añadió que tras conseguir un excelente resultado, en 2019, el misil Avangard entrará a formar parte del servicio de la Fuerzas Armadas del ejército ruso.
Avangard recorrió unos 6.000 kilómetros desde la región de los Urales hasta el polígono de tiro de Kura en la península de Kamachatka (extremo oriente ruso). La nueva amenaza rusa es capaz de burlar cualquier escudo antimisiles, incluso el estadounidense.
Putin agradeció el esfuerzo de los diseñadores de Avangard que comenzaron a trabajar en este nuevo armamento en 2003. En julio se inició la producción en serie de los Avangard que fueron presentados por el propio Putin en el discurso sobre el estado de la nación, el pasado 1 de marzo.
Aquel día, Putin aseguró que Rusia había desarrollado armas sin descanso. Los nuevos misiles son capaces de alcanzar cualquier punto del planeta. Sin embargo, el presidente aclaró que el país no se verá involucrado en una carrera armamentística.
Aumenta la tensión entre Rusia y EE.UU
El presidente ruso, en su rueda de prensa anual, acusó a EE.UU de aumentar el riesgo de una guerra nuclear. Sin embargo, Putin decidió terminar el año presentando en sociedad, Avangard.
“Los nuevos misiles intercontinentales garantizarán la seguridad del país durante décadas”, afirmó Putin. Además, el presidente ha insistido que, pese al recorte en el presupuesto armamentístico, Rusia seguirá produciendo armamento de nueva generación para el Ejército.
Los Avangard pueden superar 20 veces la velocidad del sonido. “Se dirige al objetivo como un meteorito, como una bola de fuego. La temperatura en su superficie alcanza los 1.600-2.000 grados centígrados”, aseguró.
Según sus creadores, el misil Avangard puede burlar cualquiera de los sistemas antimisiles actualmente existentes en el mundo, incluido el estadounidense. Sin embargo, Rusia solo recurrirá a ese arsenal si es atacado con armas nucleares o con armamento convencional que ponga en peligro la supervivencia de la nación.