- La monitorización de un fármaco biológico y de los anticuerpos generados frente al mismo, es indispensable en pacientes que han fracasado a la terapia. Es una herramienta fundamental para personalizar la pauta prescrita, optimizando así la individualización del tratamiento y el resultado esperado.
La Unidad de Monitorización de Fármacos Biológicos del Servicio de Inmunología de la Fundación Jiménez Díaz ha ampliado su cartera de servicios con la inclusión de ustekinumab al listado de medicamentos biológicos que monitoriza para optimizar su eficacia y la calidad de vida de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal o psoriasis (enfermedad en la piel) en tratamiento con este fármaco.
Como nos explican las doctoras Cristina Serrano, Mª José Martínez y Mª del Carmen Vegas, especialistas del Servicio de Inmunología del hospital madrileño, un fármaco biológico es un principio activo obtenido a partir de un material biológico u organismo vivo que se prescribe para el tratamiento de una enfermedad o problema de salud. Estas terapias tienen unas peculiaridades que pueden justificar diferentes necesidades posológicas en cada paciente y/o fase de su enfermedad. Además, hay que tener en cuenta que existe la posibilidad de que el sistema inmune del paciente genere anticuerpos frente a estas terapias. Estos anticuerpos producen un aclaramiento del fármaco, reduciendo así su efecto, pero además es fundamental identificarlos y cuantificarlos, ya que pueden mediar la aparición de complicaciones severas.
Adicionalmente, «gracias a la monitorización podemos ser proactivos en el abordaje de la enfermedad, y desde el inicio del tratamiento. De esta manera, al detectar que la concentración de fármaco en sangre es insuficiente, podemos anticiparnos a la manifestación de una respuesta ineficaz, cuando el paciente presente un empeoramiento clínico y tenga que acudir al hospital”, inciden las doctoras Martínez y Vegas.
Esta herramienta es útil para los clínicos como para los pacientes
La información aportada con esta herramienta resulta de gran utilidad tanto para los clínicos como para los pacientes, añaden: Así, a los primeros les ayuda a la hora de tomar decisiones, ya que las mediciones realizadas orientan acerca de si hay que aumentar o reducir la dosis, modificar la frecuencia de administración o cambiar el tratamiento prescrito frente a la misma o distinta diana farmacológica. Se consigue, por tanto, respaldar las decisiones en relación a la optimización del tratamiento con una herramienta objetiva y cuantitativa, y no únicamente basadas en la respuesta clínica.
En cuanto a los pacientes, este análisis se traduce en un beneficio directo gracias al mejor ajuste de la pauta de fármaco administrada, logrando un precoz control de su enfermedad y permitiendo por tanto optimizar su calidad de vida, ya que disminuye la necesidad de visitas al hospital y reingresos y mejora su satisfacción.
Laboratorio de referencia, con cuatro fármacos monitorizados
Con ustekinumab, indicado para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, la psoriasis, y la artritis psoriásica, ya son cuatro los medicamentos incluidos en la Unidad de Monitorización de Terapias Biológicos de la Fundación Jiménez Díaz, que funciona desde hace más de cinco años y es, además, Laboratorio de referencia en esta herramienta para los otros tres hospitales públicos gestionados por Quirónsalud en la Comunidad de Madrid: los hospitales universitarios Rey Juan Carlos (Móstoles), Infanta Elena (Valdemoro) y General de Villalba (Collado Villalba).
Así, junto a este último fármaco, incorporado a su cartera de servicios a finales de 2020, en la citada unidad también se monitorizan infliximab -que se usa en el tratamiento de la artritis reumatoide, artritis psoriática, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn y espondilitis anquilosante-, adalimumab -que ayuda a reducir la inflamación y aliviar el dolor en pacientes con afecciones inflamatorias como la enfermedad de Crohn- y vedolizumab – indicado para el tratamiento de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa activas-.
En total, entre los cuatro hospitales, son cerca de 1.200 los pacientes tratados con estos cuatro fármacos, cifra en la que se incluyen las solicitudes de monitorización de ustekinumab desde su incorporación a la Unidad de Monitorización de Fármacos Biológicos de la Fundación Jiménez Díaz, que prevé ampliar su cartera de servicios con futuras incorporaciones de nuevos fármacos, concluyen las especialistas.