- De la mano de especialistas del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, las citas formativas se centraron en las principales técnicas de sutura y cuidado de las heridas, y en las particularidades y fundamentos de la reparación de nervios seccionados con la sutura nerviosa
Coser heridas es una actividad básica en la actividad asistencial, pero no todos los sanitarios la realizan en su práctica clínica, lo que supone que puedan encontrarse con dificultades en el caso de tener que hacerlo. Por este motivo, el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red pública madrileña, organizó recientemente dos jornadas dedicadas a la formación en sutura para diferentes profesionales sanitarios interesados en perfeccionar sus capacidades en este ámbito: una de sutura general y cuidado de heridas, y otra dirigida a traumatólogos con formación concreta, centrada en los fundamentos de la reparación de nervios seccionados, explorando las diferentes técnicas y el manejo de material quirúrgico específico.
Durante la jornada general, desarrollada bajo el lema “Coser y Cantar, todo es empezar”, se abordaron diferentes aspectos referentes a la sutura, desde “los tipos de trazos que seguir para dar los puntos en función de cómo se desarrolla la herida, hasta los diferentes instrumentales necesarios para llevar a cabo esas acciones”, explica el Doctor Cristóbal Suárez Rueda, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del hospital valdemoreño y organizador del “Curso de introducción a las técnicas de sutura”, para quien fue “una sesión ambiciosa en sus contenidos, en la que se hizo, además, una pequeña introducción a la historia de la sutura, mostrando cómo han ido cambiando las técnicas y materiales a lo largo de la historia”.
Por su parte, el Doctor Hugo Garlito Díaz, especialista del mismo servicio, se centró en las técnicas de sutura propiamente dichas, abordando los diferentes tipos de heridas y las opciones que existen para coserlas eficazmente: “Elegimos una u otra en función de la zona del cuerpo operada o lesionada, del tipo de tejido implicado o del tipo de herida a tratar”, apunta. Tras el repaso teórico, se llevó a cabo un taller en el que los asistentes pudieron poner en práctica estos conocimientos distribuidos por grupos reducidos y supervisados por un profesor que les asesoró y explicó cada técnica.
Reparando el nervio
Cuando se produce una sección completa de un nervio los cabos del mismo se separan y la función que desempeña, como contraer un músculo para mover una articulación, o bien dar sensibilidad a determinadas partes del cuerpo, “se ve anulada”, por lo que es necesario volver a dar continuidad al nervio para restablecerlas, explica el Doctor Juan Carlos Márquez Ambite, jefe de sección responsable de la Unidad de Cirugías de Codo, Mano y Muñeca del hospital y ponente de la primera “Jornada Teórico Práctica de Sutura Nerviosa”, celebrada bajo el título “Reparando el nervio”. Este proceso -prosigue el cirujano- “se hace mediante suturas que aproximan los cabos para que los cables del nervio, llamados fascículos, progresen hasta llegar al otro cabo según un proceso fisiopatológico llamado regeneración nerviosa”, señala.
A este respecto, el cirujano indica que las lesiones en articulaciones son siempre complicadas de tratar y que, cuando se produce una, la recuperación de la funcionalidad de las articulaciones es siempre prioritaria, por lo que “es necesario suturar cada estructura en caso de herida traumática o quirúrgica si queremos recuperar su función, empleando para ello la técnica y el material propio que requiere cada estructura”, insiste.
Instrumental quirúrgico específico
La sutura nerviosa requiere de un instrumental específico de microcirugía que los traumatólogos no utilizan de forma rutinaria. En palabras del Doctor Suárez: “Para que se hagan una idea, el hilo que se emplea para suturar tiene un diámetro menor a un cabello humano, por lo que nos vemos obligados al uso de microscopios o gafas lupa para cirugías de precisión”. Por su parte, el Doctor Márquez recuerda que el centro dispone de una amplia gama de instrumental quirúrgico de última generación, como “gafas, lupa y microscopio, instrumental de microcirugía para manipular cuidadosamente los cabos nerviosos, suturas de muy pequeño calibre para que no generen fibrosis, así como dispositivos biológicos para conectar cabos separados que no puedan aproximarse o para proteger la línea de sutura”.
Cabe destacar que las prácticas de este curso se llevaron a cabo “con modelos de nervio periférico junto con suturas y neurotubos (material especial para este tipo de procedimientos)”, asevera la Doctora María Brotat Rodríguez, miembro de la Unidad de Hombro y tutora de residentes en el Hospital Universitario Infanta Elena, que también intervino en la jornada, un taller que, asegura, “despertó un gran interés en los médicos residentes”.
Divulgación como parte consustancial
Para el jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, la divulgación es una parte consustancial al oficio de la Medicina, una máxima que le ha llevado a organizar y participar en estas jornadas dirigidas a residentes de todas las especialidades que anualmente se incorporan al Infanta Elena, pero sobre todo a aquellos que no realizan una especialidad quirúrgica y que pueden no tener oportunidad de aprender mediante la repetición en su práctica diaria, tal y como explica.
“En el juramento hipocrático nos comprometemos a enseñar el arte de la Medicina a quienes nos rodean y consideramos dignos de ello. Es nuestra obligación poner nuestro conocimiento en las manos de otros médicos que puedan necesitar realizar alguna sutura pero que, como no la realizan con frecuencia, puedan no sentirse cómodos con esa tarea”, argumenta.
Por otro lado, anuncia que el Servicio de Traumatología del Infanta Elena tiene la intención de repetir anualmente el curso de sutura básica para enseñar a los residentes de todas las especialidades que se incorporan al centro valdemoreño los fundamentos de esta práctica médica.