- “La vacuna en medicina supone la mejor relación inversión-beneficio. El virus ha venido para quedarse, será estacional, pero teniendo a la población vacunada será como una gripe fuerte”, según Enjuanes
“Los virus son una parte integral del ecosistema y existen donde se encuentra vida. Modelos matemáticos con un cierto soporte experimental indican que todavía existen más de 300.000 nuevos virus pendientes de ser descubiertos”, destacó durante su ponencia el virólogo Luis Enjuanes, jefe del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, durante la primera jornada del Congreso y Salón Farmacéutico Infarma Madrid 2022, organizado por los colegios oficiales de farmacéuticos de Madrid y Barcelona, que se está celebrando desde hoy y hasta el 24 de marzo en el recinto ferial de Ifema de Madrid.
En el marco de su ponencia Origen y evolución de la pandemia por SARS-CoV-2: desarrollo de vacunas, Enjuanes señaló que “las barreras entre infecciones de animales y humanas son muy pequeñas y los virus constantemente cruzan estas barreras. De hecho, casi dos tercios del total de las enfermedades transmisibles humanas son zoonosis y existen distintas formas de transmisión de los virus, algunas de las cuales están condicionadas por el cambio climático de una forma notable”.
El virólogo explicó que “la emergencia del SARS-CoV-2 ha provocado una epidemia global que ha afectado a todos los países y ha desestabilizado sus economías. La alta transmisibilidad de este virus, en parte debida a su capacidad de diseminarse a partir de individuos asintomáticos o con síntomas leves, ha puesto de manifiesto la necesidad de estrategias antivirales efectivas, siendo la vacuna lo más eficiente para el control y la eliminación de la enfermedad. Los científicos de todo el mundo están trabajando activamente en el desarrollo de ensayos candidatos a vacunas”.
Según Enjuanes, “lo malo que tiene el SARS-CoV-2 que lo diferencie de otros virus es su politropismo, es decir, puede infectar muchos tejidos. En contraste al SARS-1, el de 2002, puede infectar no solo el tracto respiratorio y el entérico, sino que puede afectar a prácticamente todos los órganos de nuestro cuerpo. Esto es muy importante, es la estrategia que utiliza el virus, que es fatal para nuestro organismo. Viene como consecuencia de que el virus ha adquirido cuatro aminoácidos que se han incorporado en la proteína de las espículas del virus y esto aporta un sitio de corte proteolítico, que es esencial para que cuando el virus contacta con una célula de nuestro organismo no se quede parado en la superficie, sino que pueda entrar en la célula”.
En cuanto a los primeros resultados de la investigación de la vacuna contra el MERS-CoV, que es el adelanto de la vacuna intranasal esterilizante ARN mensajero contra la COVID-19, Enjuanes destacó que llevan trabajando “desde hace muchísimos años con coronavirus y habíamos trabajado en el campo de vacunas para protegernos contra este virus y ya habíamos desarrollado una contra el coronavirus humano mortal, el MERS-CoV. Lo probamos en ratones transgénicos humanizados y funcionaba de una forma excelente. De hecho, lo hemos patentado y hemos publicado sus resultados. Esto se hizo a una velocidad récord. Posteriormente hemos construido una segunda vacuna para el SARS-CoV-2 que también proporciona protección completa en el modelo de ratones transgénicos humanizados”.
“Con el SARS-CoV-2 hemos seguido la misma estrategia de producción de un replicón ARN, que permite autoamplificar la dosis de la vacunación, la inducción de anticuerpos contra varias proteínas del virus y que administramos de forma intranasal que es donde es más efectiva, porque es un virus respiratorio que entra por la nariz. Ha ido muy bien, pero más lento de lo que esperábamos”, lamentó el virólogo.
En este momento, según Enjuanes, “nos encontramos en plena evaluación del prototipo de la vacuna intranasal. Los primeros resultados que tenemos son positivos, pero los experimentos en animales no los hemos terminado. Nuestra vacuna es un poco más compleja y tardará más en salir. Si todo va bien para 2023 estaría lista, por la complejidad que tiene”. Asimismo, ha destacado que “se trata de la primera vacuna intranasal y no intramuscular, que son las que hay actualmente en el mercado, ya que el virus es respiratorio y es ahí donde hay que inmunizar”.
La pandemia está activa
En cuanto a la variante Ómicron, explicó que se está imponiendo y también se ha demostrado que “es más atenuada que las anteriores, pero aún puede causar ciertas patologías y muchos ingresos hospitalarios y muertes. Las patologías son más suaves por dos motivos: la población está más inmunizada por las vacunas y el virus se ha atenuado”.
Enjuanes advirtió que “el virus ha venido para quedarse, será estacional. El próximo invierno tendremos otra ola, pero teniendo a la población vacunada será como una gripe fuerte. Lo previsible es que al ser un virus más atenuado su gravedad sea menor, mantenga esa tendencia y se siga atenuando. Conocemos siete coronavirus humanos, cuatro de ellos leves, que han evolucionado atenuándose, y tres más graves”.
Además, el virólogo insistió en que “la protección frente a las epidemias virales tiene muchas vertientes, pero la prevención mediante la vacunación es una de las más eficaces, probablemente seguida por el tratamiento con antivirales”. En este sentido, ha agregado que “la vacuna en medicina supone la mejor relación inversión-beneficio”.
También recalcó que “la inmunización en este caso se mide en uno, dos o como mucho tres años. Por eso la población se tendrá que vacunar otra vez, con una dosis de recuerdo, de la vacuna inhalada contra el SARS-CoV-2”.