La pérdida de pelo afecta al 25% de las mujeres y a más del 50% de los hombres. En la actualidad existen tratamientos seguros y eficaces que pueden mejorar y mantener este atributo tan preciado, cualidad imprescindible por razones sociales y estéticas. Por ello, Ruber Internacional Centro Médico Masó y Clínica Dermatológica Internacional (CDI), ponen en marcha la Unidad de Salud Capilar de la Mujer formada por prestigiosos dermatólogos y tricólogos especializados en los tratamientos médicos y quirúrgicos de los distintos tipos de alopecia.
Tal y como explica el Doctor Ricardo Ruiz, Director Médico de la Unidad de Dermatología Médica, Capilar y Estética del Ruber Internacional Centro Médico Masó y de la Clínica Dermatológica Internacional, hoy existen tratamientos no invasivos que han revolucionado el manejo de las alopecias en la mujer como el minoxidil en pastillas, fármacos antiandrogénicos como el dutasteride, la Bicalutamida o la espironolactona, o microinyecciones de antiandrógenos y plasma rico en plaquetas.
El Doctor Pedro Rodriguez, dermatólogo del equipo de la Unidad de Salud Capilar de la Mujer, defiende que, de cara a usar el mejor tratamiento, lo más importante es realizar un buen diagnóstico. «Por eso es fundamental que los problemas de alopecia sean atendidos por un dermatólogo con experiencia en este tipo de patología», afirma.
La Unidad de Salud Capilar de la Mujer de este centro hospitalario está especializada en alopecia femenina. Según el doctor Pedro Rodríguez, la alopecia femenina ha aumentado exponencialmente ya que cada vez vemos más alopecia en chicas jóvenes. «El pelo, es un carácter sexual femenino secundario pero importante socialmente. Las pacientes con alopecia femenina suelen tener niveles de estrés emocional elevados y una afectación de la calidad de vida por un problema capilar importante».
Tipos de alopecia
Existen varios tipos de alopecia, siendo los más frecuentes la hormonal o androgénica, que, según el Doctor José Luis Ramírez Bellver, dermatólogo responsable de la Unidad de Salud Capilar de la Mujer, el folículo se va haciendo cada vez más pequeño, por lo que el pelo se va afinando y hay una disminución de densidad progresiva. «La alopecia areata, es una afección autoinmune, en ocasiones desencadenada por estrés, que suele afectar a gente joven. Sus causas pueden estar originadas por déficit vitamínico, de hierro o alteraciones tiroideas».
El doctor Ramirez Bellver afirma que en los últimos años se está detectando un aumento de una alopecia denominada alopecia frontal fibrosante, «en la que la línea de implantación capilar va retrocediendo cada vez más. Es particularmente importante diagnosticar y tratar esta entidad, ya que la pérdida de pelo puede ser definitiva al tratarse de una alopecia cicatrizal», recomienda Ramírez Bellver.
Según el doctor Pedro Rodríguez, existen tratamientos orales e infiltrados que son eficaces para la alopecia femenina, pero hay que tener en cuenta que muchos de ellos se recetan fuera de ficha técnica y hay que tomarlos durante periodos largos de tiempo.
Si con los fármacos no mejoran, entonces, en determinadas pacientes, se aconseja el trasplante capilar. «Los trasplantes capilares son seguros y los resultados son cada vez más naturales en la mujer», asevera Ramirez Bellver.
«Las mujeres no necesitan rasurarse totalmente, solemos dejar ventanas estéticas, es decir, rasuramos la zona donante y la escondemos con el pelo de alrededor», concluye el doctor Luis Navarro.
Pero no todos los pacientes son candidatos a ser trasplantados. Según el doctor Luis Navarro, cirujano capilar de la Unidad de Salud Capilar de la Mujer del Ruber Internacional Centro Médico Masó y de Clínica Dermatológica Internacional, para que una mujer se pueda realizar estos trasplantes debe cumplir que tenga más de 25 años y el patrón de alopecia esté definido, que tenga una zona donante adecuada (suele ser la nuca) y que tenga una alopecia en la que el proceso esté controlado, teniendo en cuenta que la supervivencia del trasplante en hormonales o cicatriciales es limitada. «Las mujeres no necesitan rasurarse totalmente, solemos dejar ventanas estéticas, es decir, rasuramos la zona donante y la escondemos con el pelo de alrededor», concluye el doctor Luis Navarro.