El coronavirus recobra fuerza en EEUU. El país, que ya tiene más de 2,3 millones de infectados, sigue aumentando sus positivos a un ritmo vertiginoso. En su último balance, se han notificado más de 35.000 contagios nuevos, lo que lleva a rozar el récord de casos diarios. EEUU ha vuelto así a niveles de abril, lejos de controlar la pandemia y doblegar la curva.
Si en los primeros meses de pandemia fue el estado de Nueva York el más afectado, ahora la gravedad se ha trasladado a algunos estados del sur como Florida, Texas o Arizona. Incluso en California, donde siendo al principio un foco importante de contagios, logró controlar la situación con medidas restrictivas.
El aumento que registra EEUU en su último balance, con más de 35.000 nuevos casos, roza los datos de los peores días de pandemia. Rozaba así el récord de positivos diarios. Un día antes, el doctor Anthony Fauci, la voz del Covid-19 en EEUU, calificaba de “preocupante” el aumento de las infecciones. Y vaticinaba un par de semanas “críticas” por ese crecimiento.
Sobre todo, en un momento en que el país intenta reactivar su economía y abrir de nuevo. Los picos “problemáticos” traen de cabeza a los expertos, que no dejan de avisar de su peligrosidad. Tanto es así que, por ejemplo, en Texas, el número de hospitalizados superaba los 4.000. Lo que supone más del doble que a comienzos de mes. La principal ciudad del estado, Houston, tiene las UCI al 97%. A este ritmo, aseguran que en dos semanas se quedarán sin capacidad. “Esto avanza en la dirección equivocada y avanza rápido”, ha advertido el alcalde de la ciudad, Sylvester Turner.
En Arizona también se ha batido récord de hospitalizaciones por Covid-19.
Test masivos
Desde la Administración de Trump, e incluso el propio presidente lo ha dicho públicamente, se achaca este aumento a la expansión de los test masivos. Trump aseguraba este pasado fin de semana que incluso se planteaba realizar menos test para que haya menos casos registrados.
La frase generó tal polémica que uno de sus asesores tuvo que matizar después, asegurando que el presidente bromeaba. Sin embargo, Trump se ha mantenido en su postura días después. Algo que corrobora la decisión del Gobierno de retirar la financiación a los trece centros de test desplegados por el país.