Con apenas 27 fallecidos por Covid-19 y menos de un millar de casos, sobre una población de alrededor de 3,5 millones, Uruguay es el único país en Latinoamérica que ha logrado frenar la pandemia. ¿Cómo lo ha hecho? Muchos se lo preguntan, pues ni siquiera han sufrido un confinamiento obligatorio. El país uruguayo se ha convertido en una especie de oasis en mitad del continente.
De hecho, es el único país latinoamericano que tiene permiso para viajar a Europa. Y de todo el continente comparte privilegio sólo con Canadá. Un éxito de control de pandemia que ha llamado la atención de muchos.
Sobre todo porque nunca se estableció un confinamiento obligatorio. El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, asumió el cargo a principios de marzo. Un tiempo en el que el Covid empezaba a arrasar en Italia y se extendía ya rápidamente por España. En vista a esos datos, impulsó una política basada en la libertad y la responsabilidad.
El presidente aseguró que nunca decretaría un confinamiento obligatorio. Y basó su política en instar a la población a permanecer en casa y respetar la distancia social. Sus consejos fueron seguidos por prácticamente todo el país.
Desde el Gobierno aseguran que se tomaron medidas «rápidas y claras» y se lanzaron mensajes «que la población entendió». En segundo lugar, achacan el éxito a la «excelente respuesta» de los ciudadanos de Uruguay.
Previsores
Además, los uruguayos fueron muy previsores. Ya en febrero, antes de registrarse los primeros casos, se prepararon a conciencia. Se realizaron test de buena calidad y a escala suficiente. Por lo que rápidamente pudieron cubrir las necesidades del país.
La baja densidad de población y el hecho de que no haya grandes urbes a excepción de la capital, Montevideo, también ha contribuido a su éxito.
Gracias a frenar el virus, Uruguay pudo empezar en abril a regresar poco a poco a la normalidad. Reabrieron negocios, comercios o gimnasios. Los centros comerciales, eso sí, no volvieron hasta mediados de junio. Y esta semana se ha convertido en el primer país en retomar las clases en colegios y universidades.
El fútbol, por su parte, no regresará hasta el mes de agosto. Y lo hará como en España, con estadios vacíos.
Pese a todo, las autoridades siguen recomendando precaución. No pueden cantar victoria pues el virus no ha desaparecido del mundo.
