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Bernardo Arévalo arrasa en las elecciones de Guatemala ante una alta abstención

Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, gana la presidencia de Guatemala con el 60% de los votos en medio de una alta abstención electoral

Bernardo Arévalo durante un momento de la campaña electoral en Guatemala. Foto: ©Bernardo Arévalo/ Facebook.

Guatemala eligió a Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, como su próximo presidente, con una votación que alcanzó casi el 60% de los votos. A pesar de los resultados contundentes, la baja participación electoral también marcó esta segunda vuelta, reflejo del descontento general en uno de los países más desiguales y inseguros de América Latina.

Esta victoria de la izquierda representa un cambio significativo para Guatemala, dado que Arévalo no era uno de los favoritos según las encuestas de la primera vuelta. Aún así, se impuso en áreas cruciales como la Ciudad de Guatemala. A pesar de los obstáculos, incluido un intento del Ministerio Público por impedir la participación del Movimiento Semilla, Arévalo ascendió a la presidencia, demostrando una vez más la volatilidad y los cambios rápidos en la política de la nación.

El país está plagado de crisis, con una desigualdad estructural que lo coloca como el segundo país más pobre de Latinoamérica, aunque ostenta la economía más grande de América Central. Bernardo Arévalo basó su campaña en la promesa de una fuerte lucha contra la corrupción. Según él, enfrentar este problema será esencial para abordar los profundos desafíos económicos del país. Esta postura parece haber resonado entre los votantes, especialmente en un contexto donde la corrupción ha sido un problema persistente.

Primer gobierno de izquierdas desde 1954

De hecho, esta elección marca la primera vez que Guatemala ve un gobierno de izquierdas desde 1954. La responsabilidad ahora recae en el Movimiento Semilla para fortalecer una democracia que ha estado debilitada durante décadas, a menudo otorgando impunidad a políticos tradicionales.

La baja participación, con un 45%, contrasta con la primera vuelta, donde la participación fue cercana al 60%. Las calles de Guatemala estuvieron repletas de familias disfrutando de su fin de semana, pero muchos ciudadanos decidieron no votar. La indiferencia de la población hacia ambos candidatos fue palpable.

Mientras Arévalo y su equipo celebraban temprano en la noche, la candidata opositora, Sandra Torres, suspendió su conferencia programada tras conocer los resultados. El Tribunal Supremo Electoral instó a ambos partidos a aceptar los resultados con madurez y destacó que “Guatemala es una democracia que se sigue consolidando”.

Con la elección de Bernardo Arévalo, se cierra uno de los procesos electorales más controversiales en la historia reciente de Guatemala. Sin embargo, el camino que sigue es incierto, y el país espera ansiosamente el liderazgo y las soluciones que Arévalo y su administración pueden ofrecer.

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