Con la victoria de Lula da Silva en la segunda vuelta de las elecciones de Brasil, América Latina escribe un nuevo capítulo del progresismo en el continente. Nunca antes la cinco principales economías latinoamericanas, Chile, Colombia, México, Argentina y Brasil, habían estado en manos de gobiernos progresistas. Lula da Silva se impuso a Jair Bolsonaro en las elecciones más ajustadas de la historia democrática de Brasil y apeó al ultraderechista del gobierno en la segunda vuelta.
Fueron los líderes de las cinco principales economías más grandes de la región los primeros en felicitar a Lula por su triunfo. La vuelta de Lula da Silva consagra el ciclo político en América Latina que los gobiernos de Gabriel Boric, en Chile, Gustavo Petro, Colombia, Andrés Manuel López Obrador, México y Alberto Fernández, en Argentina se han sumado al unísono en la última victoria electoral del progresismo.
Las elecciones presidenciales en Brasil tenían una dimensión geopolítica trascendental para la región. Además de las lecturas ideológicas, el resultado tiene, en la práctica, una gran repercusión en los equilibrios regionales. Después de las últimas victorias de Boric y Petro, el regreso al poder del fundador del Partido de los Trabajadores no solo fortalecerá el bloque progresista, sino que va camino de reconfigurar el mapa de liderazgos.
América Latina y la Unión Europea
Además, el apoyo geopolítico mutuo de las cinco principales economías latinoamericanas también refuerza la figura de los grandes liderazgos, apoyados en una masa social muy influyente, con las redes sociales como su principal herramienta. Por si fuera poco, el apoyo europeo se ha hecho notar en las últimas reuniones de la Unión Europea con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en la antesala de la cumbre prevista para 2023, que presumiblemente coincidirá con la presidencia española de la UE.
El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, recientemente se sumó a la sinergia con los nuevos gobiernos progresistas en América Latina. Su última visita a Ecuador, Colombia, Honduras sirvió para que el mandatario español ejerciera de ‘embajador’ europeo en la región, con el apoyo explícito a la cumbre UE-CELAC, que no se celebra desde 2015. Con los gobiernos del progresismo liderando las cinco principales economías latinoamericana, todo parece indicar que las relaciones diplomáticos podrían verse reforzadas.
Estados Unidos en el mapa geopolítico latinoamericano
Tal y como señala, El Orden Mundial, América Latina llegó al 2021 con la incertidumbre de la pandemia del 2020 detrás, que llevó a una elevada polarización. Pese a que el choque ideológico no es nada nuevo en la región, la crisis económica derivada de la pandemia y la guerra de Ucrania, el posicionamiento geopolítico de la renovada política exterior norteamericana con la llegada de Joe Biden a finales de 2020 también ha influido en la reconfiguración de la región.
Frente a la política aislacionista de Donald Trump, la nueva Administración ha dado giro de timón en sus relaciones con América Latina, lo que afecta al ámbito político en relación con Brasil, Cuba, México o Venezuela, y al ámbito económico especialmente en Argentina. No obstante, Joe Biden no ha dado un giro radical en la política estadounidense hacia la región, más aún cuando tiene que lidiar con algunos problemas internos relacionados con su popularidad en suelo patrio.