Las autoridades ucranianas anuncian que la región de Kiev ha sido liberada de las tropas rusas entre denuncias de una cruenta masacre en Bucha, mientras la ciudad mártir de Mariúpol agoniza aún entre la resistencia y la urgente necesidad de su población de ser evacuada.
«Algunos estaban tirados en la acera, otros al lado de un coche o de una bicicleta», denunció en un vídeo difundido por Facebook el alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, quien afirmó que 280 cadáveres habían sido enterrados ya en una fosa común ante la imposibilidad de usar el cementerio municipal.
Denuncias de Genocidio y requerimiento de sanciones
La reacción fue inmediata: el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, se apresuró a calificar estas presuntas ejecuciones sumarias de civiles como «genocidio», definición utilizada también por el alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó.
El jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, urgió el envío de una misión de la Corte Penal Internacional (CPI) a Bucha, para investigar esta masacre.
«La masacre de Bucha fue deliberada. Los rusos quieren eliminar a tantos ucranianos como puedan», afirmó en Twitter, y llamó a la comunidad internacional a imponer «sanciones devastadoras contra Moscú».
Rusia niega la masacre
En tanto, Rusia desmintió estas acusaciones y afirmó que «todas las fotos y videos publicados por el régimen de Kiev, que supuestamente dan testimonio de algún tipo de crimen por parte del personal militar ruso, son otra provocación».
Afirmó que, durante el tiempo en el que esta ciudad estuvo bajo el control de las Fuerzas Armadas de Rusia «ni un solo residente local sufrió acciones violentas».
Rusia aseguró que no nunca bloqueó la salida desde la ciudad y que »todos los residentes locales tuvieron la oportunidad de abandonar libremente la localidad en dirección norte, incluso a la República de Bielorrusia».
Explicaciones que no han calmado a la comunidad internacional, ya que cada vez son más las voces de condena que se suman al reclamo de investigar este crimen.
Corredores humanitarios
La viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk, anunció ayer los preparativos para evacuar a civiles de Mariúpol en dirección de Zaporiyia.
«Ahora tenemos en Berdyansk 17 autobuses. De ellos, 10 son para evacuar a gente de Mariúpol. Otros 7 autobuses tratarán de acercarse más a Mariúpol acompañados del Comité Internacional de la Cruz Roja», escribió en su canal de Telegram.
La víspera el Ministerio de Defensa de Rusia informó sobre la apertura de un corredor humanitario de Mariúpol a Berdyansk a partir de las 0.00 local del domingo, al garantizar el «estricto cumplimiento del alto el fuego a lo largo de la ruta».
Rusia ofreció ayuda para evacuar a ciudadanos extranjeros que todavía permanecen bloqueados en la ciudad, en la que, según medios ucranianos, han perdido la vida cerca de 5.000 civiles, y entre ellos, más de 210 menores de edad.