El Gobierno de Francia ha anunciado medidas significativas para apoyar la agricultura del país, destinando un total de 230 millones de euros en dos nuevos programas de ayuda. Estos anuncios fueron realizados por el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, en respuesta a la presión ejercida por numerosos bloqueos agrarios en todo el territorio francés, especialmente en las principales autopistas de acceso a París.
El primer dispositivo de ayuda, dotado con 150 millones de euros, se destinará al arranque de viñas, ya sea de forma temporal o definitiva. Este programa requerirá la aprobación de la Unión Europea, y Francia planea negociar en Bruselas formando una coalición con España e Italia. El segundo dispositivo, con una asignación de 80 millones de euros, se dirigirá a sectores agrícolas específicos que han experimentado crisis puntuales, como el mildiu en ciertas regiones vinícolas, y también se utilizará para cubrir los intereses de préstamos de explotaciones agrícolas en 2024.
Unión Europea y Mercosur
Además de las medidas de apoyo a los agricultores, el ministro Fesneau subrayó la firme oposición de Francia a las negociaciones actuales entre la Unión Europea y Mercosur. Según el ministro, las informaciones disponibles indican que las conversaciones entre ambos bloques recibieron la suspensión que solicitó Francia. Aunque reconoció que en esta postura, Francia se encuentra relativamente sola entre los 27 países de la UE, enfatizó que sin la inclusión de las “cláusulas espejo” que busca, no habrá acuerdo con Mercosur. Estas cláusulas espejo se centran en las prácticas agrícolas que consideran contrarias a las normas sanitarias y medioambientales de la UE, como el uso de hormonas y ciertos fitosanitarios.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto abordar este tema en una reunión con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, durante la cumbre extraordinaria de la UE en Bruselas. Tanto el ministro de Agricultura como el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, han reafirmado la determinación de Francia en imponer su posición sobre el acuerdo con Mercosur, sosteniendo que el acuerdo no se firmará en su forma actual.