Brasil vivió una nueva jornada electoral, con la polarización de fondo y el impulso de Lula da Silva en las encuestas previas que vaticinaban una victoria clara del candidato brasileño. Se cumplió la predicción de que iban a ser unas elecciones polarizadas, pero el actual presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha obtenido mucho más votos que las proyecciones electorales de las últimas semanas. Por tanto, la izquierda brasileña no alcanza el 50% más uno de los votos válidos para sentenciar la elección en primera vuelta.
Algunas encuestas pronosticaron una victoria holgada de Lula da Silva, que podría evitar ir a la segunda vuelta con Bolsonaro. No obstante, el 28% de los votos cosechados por el expresidente brasileño se queda solo cinco puntos por encima de Bolsonaro, que a su vez también ha visto un crecimiento en número de votos respecto a los comicios de 2018.
Segunda vuelta: 30 de octubre
La carrera de Lula y Bolsonaro tendrá una segunda cita el próximo 30 de octubre. En esta fecha los brasileños están llamados para volver a votar en las urnas y se espera una participación similar, que ha rozado el 80% en la primera vuelta. La jornada estuvo marcada por las largas colas de votantes y, pese a lo tensa que ha sido la campaña, ha reinado la normalidad en casi todo Brasil. El incidente más grave ha sido la irrupción a tiros de un hombre en un colegio electoral de São Paulo que ha dejado a dos policías heridos de bala.
Ningún aspirante alcanzó el 50% más uno de los votos válidos necesario para sentenciar la elección ya; el duelo entre Lula y Bolsonaro se resolverá el 30 de octubre. Una segunda vuelta en la que será de especial relevancia lo que hagan los votantes de la senadora Simone Tebet, candidata del agronegocio y en tercer lugar este domingo, con un 4% de votos, y los que optaron por el aspirante de centroizquierda Ciro Gomes, en cuarta posición, con un 3% de los apoyos.