El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, se convierte en el político más joven en liderar el país con 42 años, además de ser el primero de origen indio en asumir la cartera principal del número 10 de Downing Street. Además, sobre su figura recae la responsabilidad de ser el tercer primer ministro de lo que va de año, muestra de la inestabilidad política que vive Reino Unido en los últimos tiempos. Quien fuera ministro de Finanzas del gobierno de Boris Johnson toma las riendas de un país que se acerca a la recesión con una elevada inflación y la consecuente subida en el coste de la vida.
Rishi Sunak es un viejo conocido en el Ejecutivo británico. El diputado conservador formó parte del gobierno conservador de Boris Johnson como Canciller de Hacienda. La salida precipitada de Johnson y por tanto, de todo su gabinete, forzó al Partido Conservador de Reino Unido a convocar unas primarias en las que Liz Truss y Rishi Sunak se vieron las caras para liderar a los conservadores.
No obstante, la victoria de Truss en las primarias fue un espejismo de lo que estaría por venir. El ambicioso plan de la ex primera ministra y sus posteriores rectificaciones precipitaron su caída en el gobierno más efímero de la era moderna. Un mes y medio después, Sunak hace valer la confianza que su grupo parlamentario había depositado sobre él desde la caída de Johnson. Él mismo advirtió en la última campaña que los planes de Truss de recortes fiscales eran imprudentes y sembrarían el caos. Y así fue.
De aquellos polvos, estos lodos
Sin embargo, los problemas siguen siendo los mismos a los que se enfrentaba Truss y con los que tuvo que lidiar en su momento Boris Johnson. Reino Unido se enfrenta a una inminente recesión propiciada por la elevada inflación y la alarmante subida del precio de la vida. Un ejemplo de ello se observa en cómo uno de los productos más consumidos, el té, ha visto disparado su precio en septiembre, un 46% más alto en comparación al mismo mes en 2021, según Financial Times.
El nuevo primer ministro lidiará con el estancamiento económico del Reino Unido tras la reducción del comercio con los países comunitarios.
La relación con la Unión Europea también será una de las claves del futuro político más inmediato de Sunak. Como uno de los principales impulsores del Brexit, el nuevo primer ministro lidiará con el estancamiento económico del Reino Unido tras la reducción del comercio con los países comunitarios. En el horizonte más inmediato tiene que continuar las negociaciones por la polémica reforma del Protocolo de Irlanda del Norte que dejó pendiente el gobierno de Boris Johnson.
¿Los problemas se quedan en casa?
Por si fuera poco, Sunak también tiene que lidiar con la situación del Partido Conservador. En su primer discurso tras ganar las primarias exprés, el conservador declaró que para sería una prioridad latente durante su mandato. «Ahora necesitamos estabilidad y unidad. Convertiré en mi máxima prioridad unir a nuestro partido y a nuestro país. Porque es la única manera de superar los retos a los que nos enfrentamos y construir un futuro mejor y más próspero para nuestros hijo y nuestros nietos», expresó en su primera alocución como primer ministro.
«Ahora necesitamos estabilidad y unidad. Convertiré en mi máxima prioridad unir a nuestro partido y a nuestro país».
El Partido Conservador se enfrenta a una crisis de imagen tras proclamar al tercer primer ministro británico en lo que va de año. Una crisis reputacional que el partido está pagando en los últimos sondeos, que otorgaban una ventaja de los laboristas del 30% sobre los conservadores, cuando Liz Truss aún permanecía en el poder. Sobre Rishi Sunak recae ahora la responsabilidad de remontar la deriva ‘tory’ en las encuestas.