Un tribunal neerlandés ha ordenado al gobierno de Países Bajos detener, en un plazo de siete días, las entregas de piezas de repuesto para aviones de combate F-35 a Israel. Esta decisión responde a la demanda interpuesta por una ONG que acusa al país de ser «cómplice de violaciones de leyes de guerra» en la Franja de Gaza. La Corte de Apelación ha respaldado la denuncia, señalando a Países Bajos como parcialmente responsable del «castigo colectivo de la población civil» en Gaza. Este fallo contrasta con una decisión anterior de otro tribunal neerlandés que había determinado que no existía la obligación de suspender las entregas.
La demanda fue iniciada por las ONG neerlandesas Oxfam Novib, PAX y The Rights Forum, apoyadas por otros grupos y por más de mil ciudadanos neerlandeses a través de una campaña de financiación colectiva. Estas acciones legales surgen en el contexto de una ofensiva militar en Gaza por parte del ejército israelí, tras un ataque de Hamás el 7 de octubre, que ha resultado en la muerte de 28,176 palestinos y mantiene a más de cien personas como rehenes.
Ofensiva de Israel
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha expresado su determinación de llevar a cabo una ofensiva terrestre en Rafah, a pesar de las condenas internacionales. Mientras tanto, el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, quien se encuentra en un viaje oficial en Israel y los territorios palestinos, ha enfatizado la necesidad de aumentar la ayuda humanitaria en Gaza, la liberación inmediata de los rehenes por parte de Hamás y una reducción significativa en la intensidad de las operaciones militares israelíes.
El fallo judicial de este tribunal sobre el material militar, entre ellos, los F-35 neerlandeses, ocurre en un momento de tensiones elevadas y críticas hacia la gestión de Rutte de la situación, incluyendo acusaciones de encubrimiento de información y control sobre las comunicaciones relacionadas con el conflicto en Gaza para proteger el apoyo estadounidense a su candidatura a secretario general de la OTAN. Además, la Corte Internacional de Justicia ha emitido medidas cautelares solicitando a Israel que tome pasos inmediatos y efectivos para prevenir un genocidio en Gaza, aunque no llegó a exigir un alto al fuego como había solicitado Sudáfrica.