La ley brasileña es tajante al respecto. Nadie que esté en segunda instancia en un proceso judicial puede participar como candidato en las elecciones. Y esa es precisamente la situación de Lula da Silva a quien, sin embargo, el PT ha registrado ya. El partido oficializaba su candidatura apurando todos los plazos, pese a que la Justicia la echará para atrás.
Pese a ello, el PT tiene clara su estrategia con este movimiento. Por un lado, mostrar su fuerza y movilización en todo el país. Además de convertir la candidatura en todo un gran acto. Por el otro, ganar tiempo y permitir que Lula pueda participar en la campaña electoral.
Solo bastante un trámite burocrático. Basta registrar en la web la candidatura de Lula para que fuera oficial. Pero el PT (Partido de los Trabajadores) ha esperado hasta el último día para dar un golpe en la mesa.
Decenas de miles de simpatizantes e integrantes de movimientos sociales que llevaban días caminando para llegar a Brasilia hacían su aparición estelar. Acompañaban así al registro simbólico de la candidatura, que será declarada ilegal. Junto a ellos, también, los 6 activistas que llevan 16 días en huelga de hambre para pedir la puesta en libertad de Lula.
La candidatura tendrá que pasar ahora por el Tribunal Superior Electoral de Brasil. La Justicia tiene un mes para autorizar o vetar a Lula. Se espera que la resolución sea rápida en vista de lo tajante que es la ley al respecto.
Sin embargo, dará tiempo para que Lula pueda participar en la campaña. Lo que significa, entre otras cosas, utilizar el espacio electoral gratuito en la radio y televisión y mantener su nombre en las urnas electrónicas.
El sustituto de Lula
El candidato a vicepresidente, Fernando Haddad, será previsiblemente el sustituto de Lula como candidato. Aunque de cara a la galería el PT lo niega, este joven exalcalde de Sao Paulo y ministro de Educación con Lula asumirá la responsabilidad.