Las cosas se le complican, y mucho, a Donald Trump tras confesar dos de sus hombres de confianza varios delitos. Por un lado, Michael Cohen, su ex abogado personal, ha admitido la financiación ilegal de su campaña. Además de haber pagado a dos mujeres para que callaran sus relaciones sexuales con el presidente. Por el otro lado, el ex jefe de su campaña electoral, Paul Manafort, ha sido declarado culpable de ocho cargos.
Uno y otro han dejado a Trump contra las cuerdas. Sin embargo, judicialmente, parece que podrá salvarse. Y es que hay una ley no escrita que hace que la Justicia evite incluir en un proceso al presidente de EEUU. Sí podrían hacerle dimitir.
Sobre todo, si las elecciones de noviembre dan la victoria a los demócratas. Un cambio de ‘color’ en las cámaras de representantes dejaría a Trump solo y la investigación, sin duda, seguiría su curso.
Muchos creen que este doble mazazo judicial podría ser el principio del fin de Trump. Y es que no lo tiene fácil el presidente, a quien sus hombres de confianza le señalan directamente. De perder las elecciones de mitad de legislatura, los republicanos querrán quitarse de en medio a su líder.
El mazazo de Cohen
Ex abogado personal y chico para todo durante años de Trump, Michael Cohen provocaba un auténtico terremoto al confesar sus delitos. Acudía este martes a las oficinas del FBI en Nueva York para declararse culpable de la financiación ilegal de la campaña de Trump.
Cohen ha admitido también que poco antes de las elecciones presidenciales de 2016, pagó a dos mujeres para que callaran sobre sus relaciones sexuales con Trump. La actriz de cine porno Stormy Daniels y la modelo de ‘Playboy’ Karen McDougal recibieron un dinero por su silencio.
Esta transacción, dice, tenía como objetivo influir en las elecciones, lo que señala directamente a Trump.
La sentencia máxima por los delitos que ha confesado es de 65 años de cárcel. Sin embargo, podría quedarse en cinco años y tres meses tras la confesión.
Manafort
La confesión de Cohen se producía el mismo día en que Paul Manafort era condenado por ocho delitos. El que fuera jefe de la campaña electoral de Trump era declarado culpable de cinco delitos de fraude fiscal, dos de fraude bancario y uno por ocultar cuentas bancarias en el extranjero.
La pena a la que podría enfrentarse Manafort asciende a nada menos que 80 años de cárcel.