Dos grupos de vigilancia gubernamental, Citizens for Responsability and Ethics in Washington (CREW) y National Security Archive han presentado una demanda contra Trump y la Oficina del Presidente por violar la Ley de Archivos Presidenciales al utilizar en las comunicaciones internas aplicaciones de mensajería cifrada que eliminan automáticamente mensajes, lo que evita su archivo.
«Los estadounidenses no sólo merecen saber cómo está tomando decisiones importantes su Gobierno, es que además lo dice la ley. Eliminando estos archivos, la Casa Blanca está destruyendo registros históricos esenciales», asegura el director ejecutivo de CREW, Noah Bookbinder.
La demanda llama la atención porque incluye el uso que hace Donald Trump de su cuenta de Twitter. Y es que durante el mandato de Barack Obama se incluyeron los mensajes difundidos en las redes sociales como un tipo de comunicación sujeta a la Ley de Archivos Presidenciales. Por tanto, cualquier mensaje del presidente en Twitter está sujeto al mantenimiento de registros y, tal y como argumenta la demanda, cualquier tuit eliminado supone una violación de la ley.
Desde que fuera proclamado presidente, Trump ha borrado un total de 22 tuits. En la demanda se cita expresamente uno del pasado 20 de febrero en el que informaba sobre una reunión con generales en su complejo de Mar-a-Lago y que eliminó 59 minutos después.
También han desaparecido de su cuenta tuits por errores ortográficos -como el famoso «Covfefe»-, pero también otros sin que se sepa la razón, como cuando anunció su presencia en el magacín matutino ‘Fox&Friends’, uno de los pocos programas de televisión que le gustan y sobre el que tuitea habitualmente.