La muerte de un hombre en una fiesta popular en Alemania ha desatado una ola de protestas xenófobas. La ciudad de Chemnitz se ha convertido en la zona cero de los neonazis, que han salido a la “caza del extranjero”. Por segundo día consecutivo, cientos de ultraderechistas (se calcula que unos 800) han protagonizado una violenta manifestación.
La campaña de desinformación de la extrema derecha ha provocado que estos grupos de “justicieros” neonazis hayan salido para vengar la muerte de un hombre a manos de un sirio y un iraquí.
La situación refleja “una nueva dimensión de la disposición a la violencia”. Algo que se acrecienta por la “difusión de mentiras”, según ha explicado el ministro de Interior del estado federado de Sajonia, Roland Wöller.
Los vídeos de las manifestaciones muestran a cientos de personas gritando “somos el pueblo”. Un lema utilizado por los partidarios de la extrema derecha. También a otro grupo de neonazis persiguiendo a un hombre de aspecto extranjero.
Al menos, se tiene constancia de hasta tres agresiones o situaciones de acoso contra extranjeros. Se tratan de un afgano, un sitio y un búlgaro, que han sufrido la ira xenófoba en distintos puntos de Chemnitz. Tres personas que se encontraron por casualidad con los radicales.
La ultraderecha echa leña al fuego
Por su parte, la ultraderecha alemana no duda en echar más leña al fuego. El diputado de Alternativa para Alemania (AfD) Markus Frohnmaier ha llamado abiertamente en Twitter a los ciudadanos para que se tomen la justicia por su mano.
Chemnitz, como el resto de Sajonia y el este de Alemania, es una zona de fuerte implantación para AfD. Un punto caliente donde los neonazis están sembrando el odio xenófobo.