«No votes en blanco, que se lo lleva el partido más votado». Esta afirmación seguro que todos o casi todos la hemos escuchado alguna vez cada vez que se avecina un proceso electoral. «Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad». Esta es una frase atribuida a Goebbels, ministro de propaganda nazi. Es importante luchar contra esta idea y sacar a relucir la verdad. Si tienes pensando votar hoy en blanco, por el motivo que sea, debes saber por qué no es cierto que el voto en blanco se suma o beneficia al partido vencedor.
Perjudica a los partidos más pequeños
El voto en blanco es un voto válido y que se contabiliza en el recuento, según el artículo 96 del Régimen Electoral General (LOREG). De este modo, la cuestión es que al contarse estos votos, se incrementa el listón electoral mínimo para entrar en el respectivo parlamento. Según la LOREG, en las elecciones autonómicas los partido políticos deben conseguir al menos un 5% de los votos para entrar en la cámara parlamentaria. Cuantos más votos en blanco haya, más difícil va a ser para los partidos minoritarios obtener ese 5% de votos totales.
De este modo, sí es cierto que el voto en blanco beneficia a los partidos grandes. En concreto, beneficia al resto de formaciones que sí alcanzan ese 5% porque, aquellos votos a partidos que no llegan al mínimo requerido, luego se suman al resto de partidos de forma proporcional. Pero se suman a todos las formaciones proporcionalmente, no solo a la lista más votada.
Ejemplo práctico
Para comprenderlo mejor vamos a poner un ejemplo cercano, un ejemplo con las elecciones de 4-M. Si, como dicen las encuestas, Ciudadanos no alcanza el 5% de votos totales en la Comunidad de Madrid, el resto de partidos- que si consigan ese cinco por ciento- se beneficiarán y podrán sumar, proporcionalmente, más escaños en la Asamblea de Madrid. Cuantos más votos en blanco haya, más difícil será para Ciudadanos conseguir ese 5% y tener representación en la próxima legislatura.
En ningún caso, esos votos blanco irían a la lista más votada. En este caso, según los sondeos, al Partido Popular.
Otras vías para expresar descontento: voto nulo y abstención
El voto en blanco no es la única manera de manifestar desagrado con la situación política o con los partidos políticos que se presentan a las elecciones. Los ciudadanos mayores de edad también pueden optar por el voto nulo y la abstención:
El voto nulo consiste en depositar un voto en la urna de forma diferente a la oficial. Esto puede ser, por ejemplo, si la papeleta está pintada o tiene un mensaje escrito; o si se introduce más de una papeleta en el mismo sobre. Este voto nulo no se contabiliza, así que no tiene ninguna consecuencia electoral.
La abstención consiste en no acudir a ejercer el derecho a voto. Al igual que el voto nulo, este voto no se contabiliza y tampoco influye en el resultado electoral.
Ni la abstención ni el voto nulo se suman al porcentaje total de votos, por lo que no perjudican en ningún caso a los partidos pequeños, como sí ocurre con el voto en blanco.