La vida privada de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, autodenominada princesa, la ya no tan misteriosa amiga de Juan Carlos I, ha pasado a ser pública en los últimos meses. Cada noticia de Corinna Larsen ofrece nuevos detalles de su ostentosidad y los romances que tuvo antes de la llegada del rey emérito a su vida.
El primero de estos romances fue con el empresario Philip Adkins, con el que contrajo matrimonio en 1991 y tendría a su primera hija Nastassia. Hoy, Adkins es más que el ex-marido de Corinna: íntimo amigo del rey Juan Carlos y uno de los nombres clave en los escándalos del monarca.
El emérito y Adkins se conocieron gracias a Corinna, cuando ésta era tan sólo la amiga del rey. Su amistad siguió estrechándose incluso años después del divorcio con la princesa en 1994. El empresario se convirtió en el principal confidente de Juan Carlos I durante el idilio con Larsen y su compañero de aventuras.
Tras el fracaso del segundo matrimonio de Corinna con el príncipe Casimir Sayn-Wittgenstein-Sayn, padre de su segundo hijo Alexander y el que le otorgó el título de princesa a la empresaria, la relación entre Larsen y Adkins seguía intacta. Fue en medio de una crisis entre el matrimonio Sayn-Wittgenstein en la que Corinna se refugió en una finca de Ciudad Real, donde Philip y Juan Carlos I se conocieron en una cacería.
Philip Adkins acompañó al padre de Felipe VI en su polémico viaje en Botsuana, presenciando el fatídico accidente con el que el monarca tuvo que pedir disculpas:
“Fue un accidente terrible y estar en un sitio en el que no sabes exactamente dónde está la cabina o la altura de la cama… te desorienta. Es un accidente humano y es terrible. Creo que fue muy desafortunado que el Rey se cayera y se rompiera la cadera”, explicaba él mismo acerca del incidente.
Ahora, Adkins está en el punto de mira por su presunta implicación en los escándalos económicos de Juan Carlos I, después de que se le relacione con un supuesto dinero opaco recibido de la Fundación Zagatka, tal y como informa El Confidencial.
“Corinna siempre ha estado muerta por dentro”, declaraba Philip Adkins sobre su ex-mujer
Mientras que la relación entre Adkins y el rey emérito se hacía más estrecha, Corinna se alejaba aún más de su ex-marido. Cuya relación ha terminado en los tribunales después de que el empresario hiciese unas polémicas declaraciones acerca de la princesa alemana en la revista Vanity Fair, donde llamaba “sociópata narcisista” a la amiga del monarca.
“España le dio a Corinna un breve momento de atención pública y ahora ella tiene que lidiar con la dolorosa realidad de ser poco interesante e insignificante […] Corinna siempre ha estado muerta por dentro. No hay cirujano plástico ni banquero que pueda cambiar eso.” declaraba Philip Adkins sobre su exmujer.
Tras su separación con Adkins y su divorcio en 2005 con el príncipe Casimir, el despecho de Corinna ataca ahora al propio Juan Carlos I. Una “princesa” alemana que aspira a convertirse en la Reina de los Corazones Rotos.