La Comunidad de Madrid sigue en estado de alarma. Sus medidas restrictivas mantienen a 9 municipios de la región cerrados y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya advirtió que el nuevo estado de alarma en Madrid no se iba a suspender a pesar de haberse reducido la tasa de incidencia de contagios por Covid-19. Por su parte, el líder de la oposición, Pablo Casado, pidió al Gobierno que retire inmediatamente el estado de alarma por el coronavirus en Madrid al ser “discriminatorio”.
Mientras tanto, los cierres sistemáticos de capitales se están repitiendo por toda Europa. La semana pasada, Bruselas, la capital de Bélgica y epicentro de la explosión de casos de coronavirus en el país, anunció el cierre de bares, cafés y salones de fiesta durante un mes, un día después de que el Gobierno federal reforzara las medidas contra el Covid-19 para el conjunto del país.
Los últimos datos de Bruselas notificaron 759 casos por cada 100.000 habitantes. Con estas cifras, el Ejecutivo belga comenzará a aplicar el toque de queda en dos de sus provincias. Entre la 1 y las 6 de la mañana los encuentros en la vía pública estarán prohibidos; no se descarta un segundo confinamiento. Algo muy parecido va a ocurrir en París, la capital de Francia. A partir de la medianoche de este sábado, Francia impondrá un toque de queda entre las 21h y las 6h en París y otras ocho grandes ciudades: Lyon, Aix-en-Provence-Marsella, Toulouse, Lille, Montpellier, Grenoble, Rouen y Saint-Etienne.
El gobierno francés restablece el estado de emergencia sanitaria en todo el país a partir del sábado
Así lo anunció el presidente francés, Emmanuel Macron, en una entrevista televisada de 40 minutos que generó una gran expectación en todo el país y en la que remarcó que “se trata de una medida pertinente” dado el incremento de contagios en estas metrópolis, todas ellas en zona de alerta máxima. Además, el gobierno francés restablece el estado de emergencia sanitaria en todo el país a partir de este sábado.
Otro país vecino que ha decretado el estado de calamidad ha sido Portugal. El Gobierno portugués ha elevado este miércoles el nivel de alarma en el país ante la preocupante evolución de la pandemia. A partir de la medianoche pasada, Portugal pasará del estado de contingencia al estado de calamidad, el nivel máximo de alarma que puede decretar el Ejecutivo sin aprobación parlamentaria. Las reuniones en Lisboa, su capital, quedarán limitadas a un máximo de cinco personas en espacios públicos y también en restaurantes, algo que hasta ahora estaba permitido a grupos de hasta 10 personas, mientras que en los eventos familiares como bodas o bautizos la asistencia no podrá superar las 50 personas.
La petición de Pablo Casado
Con las medidas restrictivas cada vez más extremas repartidas por toda Europa, Pablo Casado, líder del Partido Popular, solicita al Ejecutivo central que retire el estado de alarma decretado en Madrid por el Covid-19. Sus motivos se centran en que otras comunidades autónomas presentan cifras más altas de incidencia de la pandemia. Así se expresó Casado, líder de la oposición, en unas declaraciones tras asistir al acto de celebración de la Fiesta Nacional en el Palacio Real.
“El estado de alarma es injusto”, sostuvo Pablo Casado, antes de exigir que se retire incluso antes de que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, acuda al Congreso de los Diputados para explicar los motivos por los que lo ha puesto en marcha. “Ha habido una discriminación con Madrid ya que hay otras comunidades autónomas donde las cifras de contagios son mayores y lo que vamos a pedir es que a partir de mañana mismo se retire el estado de alarma, antes de que Sánchez venga al Congreso”, afirmó Pablo Casado.
