El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, considera que con los datos epidemiológicos que tiene Madrid respecto al Covid-19, se debería “derivar casi a una fase 1” en la Comunidad. Sobre el resto de España comenta que se debería adoptar “un nivel más restrictivo”, con la excepción de Asturias.
En una rueda de prensa del Foro de la Profesión Médica, del que forma parte la OMC, convocada para dar respuesta a la pregunta de si faltan médicos en España, Serafín Romero ha respondido así al ser preguntado sobre si en Madrid se deberían endurecer las medidas impuestas por el Gobierno de la Comunidad, presidido por Isabel Díaz Ayuso, para tratar de frenar el Covid-19.
Serafín Romero reconoce que hay que mantener el equilibrio entre el control de la pandemia y la situación económica y social
El experto también ha alertado de que cada vez va a haber más víctimas, los hospitales se van a ir sobrecargando y los profesionales van a estar más cansados, por lo que se tienen que tomar más medidas y «no mirar para otro lado».
En España “la pandemia nos ha sobrepasado”, ha advertido Serafín Romero. Igualmente, reconoce que hay que mantener el equilibrio entre el control de la pandemia y la situación económica y social, y asegura que “si no arreglamos lo sanitario, lo demás está abocado a una verdadera tragedia. No podemos volver a caer en la misma piedra”.
Los médicos piden medidas sensatas
También Tomás Toranzo, el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), ha pedido los mismos parámetros para toda España y ha instado a “salir” del debate Gobierno-Comunidad de Madrid. En el mismo sentido, La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (ADSP) ha señalado que las medidas tomadas por el Gobierno de la Comunidad son “insuficientes” y considera “más razonables y sensatas” las que propone el Ministerio de Sanidad.
La ADSP asegura en un comunicado que la Comunidad de Madrid “va por detrás de los hechos y no adopta las medidas preventivas para contener la pandemia” y explican que “empeñarse en el confinamiento de zonas básicas de salud es una solución claramente irracional, que es de muy difícil cumplimiento y que por otro lado no evita la mayoría de la transmisión del virus”.