Le llaman el Trump latinoamericano y Bolsonaro parece dispuesto a demostrar que así es. Ahora, el presidente electo de Brasil ha seguido los pasos del mandatario estadounidense y cambiará a Jerusalén la Embajada brasileña en Israel. Una sede diplomática que actualmente se encuentra en Tel Aviv.
«Como se afirmó durante la campaña, pretendemos transferir la Embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén. Israel es un Estado soberano y nosotros lo respetamos», ha escrito en Twitter Bolsonaro.
«Quien decide la capital es el país. Si Brasil la llevó de Río a Janeiro a Brasilia, fue Brasil. No veo problema. Tenemos todo el respeto por Israel y todo el respeto por el pueblo árabe. Aquí todo el mundo convive sin problemas», decía en rueda de prensa.
El presidente electo, que asumirá el cargo el próximo 1 de enero, también apuesta por la vía pacífica para «resolver problemas». Asegura que no quiere «generar problemas» que les «complique negociar con todo el mundo».
Bolsonaro confirma así la idea que ya tenía antes de las elecciones. Y es que siendo candidato aún, aseguraba que Israel «tiene derecho soberano a decidir cuál es su capital». Y reiteraba su plan de cambiar la Embajada a Jerusalén, siguiendo así los pasos de EEUU y Guatemala.
Ruptura diplomática
De confirmarse el traslado, Bolsonaro rompería con la tradición diplomática que ha mantenido Brasil en el conflicto entre Israel y Palestina.
El país carioca mantiene relaciones diplomáticas con Israel desde 1949 y reconoció el Estado de Palestina en 2010.
A nivel personal, Bolsonaro viajó en 2016 a Israel para ser bautizado en el río Jordán. Un lugar de gran simbolismo para los cristianos evangélicos, de quienes consiguió un influyente apoyo para las elecciones presidenciales.