La escalada verbal de violencia entre EEUU e Irán va en aumento. Aunque a muchos les ha sorprendido, lo cierto es que su origen está en la ruptura del Acuerdo nuclear que Obama firmó con el líder iraní en 2015 y que ahora Trump ha decidido romper. La razón, según su Administración, no es otra que pensar que servía solo para financiar el expansionismo militar persa.
Fue el pasado mes de mayo cuando Trump anunciaba que EEUU salía de aquel pacto. Un acuerdo que ha descrito como «el peor de la Historia». La ruptura del país americano supuso la vuelta al bloqueo económico y comercial de Washington a Teherán.
La ruptura del acuerdo era una de las promesas electorales de Trump, pese a que nadie presente en el pacto quería su salida.
Pero Trump tenía una razón poderosa, según él, para romper con el acuerdo. El presidente americano explicaba que el objetivo era frenar el expansionismo del régimen totalitario persa. Sin embargo, el acuerdo no menciona la ayuda iraní a grupos armados, que ha permitido a Irán enriquecer sus arcas y extender su influencia en la región. Tampoco se referían en el pacto a la experimentación con misiles balísticos, que han aumentado desde 2015.
Por otro lado, la Administración Trump considera que el acuerdo es negativo porque no prohíbe definitivamente el enriquecimiento de uranio. Solo marca plazos para ello. Irán podría volver con más facilidad a construir el arma nuclear. Algo que necesita para sus aspiraciones de ser potencia mundial. De hecho, los expertos creen que Irán podría concluir el arma atómica en un año.
El centro del acuerdo
El centro del acuerdo nuclear firmado por Obama se refiere a la capacidad de Irán precisamente de fabricar el arma nuclear. Aunque Teherán ha desmentido esta teoría, los informes de inteligencia israelíes y americanos la confirman.
El acuerdo establecería dos series de medidas temporales para evitar que Irán se suba al carro del arma atómica. Por un lado, la paralización de la mayor parte de sus 20.000 plantas centrifugadoras. Y, por el otro, la limitación del enriquecimiento de uranio.
Como contrapartida, Irán obtuvo el levantamiento de las sanciones económicas y el pleno acceso al mercado mundial para la venta de su petróleo y gas.