Mantienen firme la voluntad de subir el salario mínimo a 1.000 euros mensuales. Pero no será en 2020, como parecía. El Gobierno ha descartado la medida y prevé una subida «progresiva». Y es que subirlo de golpe podría causas daños colaterales en el crecimiento del empleo.
Ha sido la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo la que ha aclarado la subida del salario mínimo. «De una vez no. Tiene que ser un crecimiento progresivo y asumible por el campo empresarial y que no provoque problemas en las pymes», ha dicho.
El Gobierno recoge así las quejas de la patronal respecto a esta medida. E intenta calmar los ánimos de las pymas porque «somos un gobierno que tiene un diagnóstico fino».
Eso no significa que el salario no vaya a subir. Sino que lo hará de manera progresiva. Se tendrá en cuenta, ha dicho, «que la empresa española no sufra daños colaterales». Pero habrá subida porque se trata de una «obligación» que emana de la Carta Social Europea.
También ha querido recordar que frente a las advertencias empresariales, con la subida de 2019 (hasta los 900 euros) «no se destroza empleo». Y que la mejora conviene al funcionamiento económico del país y al consumo.
Reuniones
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se reúne este miércoles con la patronal y los sindicatos para tratar precisamente esta cuestión. Será la reunión que abra el Diálogo Social en esta nueva legislatura.
Por su parte, Calvo ha querido tranquilizar a los empresarios. «Somos un Gobierno que va a tomar decisiones, pero somos gente bastante prudente», ha dicho.
Lo que sí habrá serán importantes cambios en la reforma laboral. Entre ellos, derogar el artículo que permite despedir a un trabajador por acumular bajas médicas aunque estén justificadas.