El Día Mundial de la Diabetes, que se celebra el 14 de noviembre, es un día de campaña de concienciación acerca de esta enfermedad, en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. Es una fecha que coincide con el aniversario del descubrimiento de la insulina por parte de Frederick Banting y Charles Best en 1921.
La diabetes es una enfermedad en aumento, especialmente la diabetes mellitus tipo 2, que se considera una verdadera epidemia mundial debido al incremento de la obesidad por los malos hábitos de alimentación y el sedentarismo. Por ello, actualmente se conoce con el término “diabesidad”. Dado que cada vez es más frecuente la obesidad infanto-juvenil están apareciendo casos de diabetes a edades más tempranas que antes.
Se está estudiando el efecto de los disruptores endocrinos como factores de riesgo de diabetes. Tal y como explica la doctora María Luisa de Mingo, jefa de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Luz de Madrid, se consideran disruptores endocrinos a las sustancias exógenas que pueden alterar al sistema endocrino y existen evidencias de que algunos de los presentes en el ambiente como el bisfenol A y los ftalatos podrían estar involucrados en la aparición de la diabetes y la obesidad.
“El problema de la diabetes es que es una enfermedad silente y se cree que entre un 30% y un 80% de los diabéticos ignoran que padecen la enfermedad. Por este motivo, es importante educar a la población en hábitos saludables de prevención de la enfermedad”, matiza la doctora de Mingo.
La población con diabetes supone una extensa población de riesgo en estos tiempos de pandemia por coronavirus
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha elaborado una serie de recomendaciones para personas diabéticas que han adquirido la infección por coronavirus.
De acuerdo a la doctora de Mingo, “si se presentan síntomas de infección (tos, fiebre, dificultad respiratoria, etc.) se debe contactar con su médico habitual”.
La SEEN recomienda desplazarse a un centro sanitario si se presentan dificultades respiratoria o sibilancias (“pitos”). Vómitos de repetición durante más de 6 horas con intolerancia a la vía oral de líquidos o los diabéticos tipo 1 con síntomas de cetoacidosis diabética (hiperglucemia, vómitos, dolor abdominal, etc.) así como si se presentan cuerpos cetónicos positivos. “Si la glucemia persiste por encima de 250 mg/dl durante más de 24 horas, también debe de acudir al centro hospitalario”, subraya la doctora María Luisa de Mingo.
Según la especialista, si tras el diagnóstico de la infección por coronavirus queda con tratamiento sintomático en su domicilio, el tratamiento antidiabético será ajustado, ya que algunos fármacos pueden ser retirados durante la infección aguda (como glucosúricos). “Si se mantiene tratamiento con insulina, ésta no se suspenderá, pero podrá modificarse su dosis”, indica.
Los diabéticos tipo 1 o pacientes con insulinoterapia deberán medirse la glucemia capilar al menos cada 4 horas “y también se aconseja medir la temperatura en la mañana y en la noche”, asevera la doctora.
“La hidratación es fundamental durante el proceso de la enfermedad con líquidos extra sin calorías, de 120 a 180 ml cada media hora, para prevenir la deshidratación”, reconoce la experta del Hospital La Luz.
Se deben ingerir al menos 50 gr de hidratos de carbono con los alimentos, “pero si existe intolerancia oral por inapetencia o vómitos repetitivos podrán utilizarse, con cuidado, bebidas azucaradas para no favorecer la hiperglucemia”, matiza la doctora de Mingo.