La estenosis degenerativa del canal cervical es un estrechamiento del canal vertebral que puede ejercer presión sobre los nervios que se extienden por la columna causando dolor, adormecimiento o debilidad en las piernas.
El trastorno progresivo más común de la médula espinal en personas mayores de 55 años se denomina mielopatía (compresión). Existen múltiples síntomas de mielopatía, que incluyen alteraciones motoras y sensoriales. Las extremidades inferiores se ven afectadas y los pacientes pueden quejarse de trastornos en la marcha. También las extremidades superiores pueden verse afectadas con pérdida de coordinación y dificultad con las tareas motoras finas, es decir, la capacidad de hacer movimientos usando los músculos cortos de nuestras manos y muñecas se ven reducidas.
Técnica de la laminoplastia
El doctor Francisco Villarejo, jefe de servicio de Neurocirugía del Hospital La Luz, recomienda la laminoplastia, procedimiento de abordaje efectivo en pacientes que presentan un canal cervical estrecho (mielopatía cervical degenerativa) y cuando la compresión es en varios niveles y fundamentalmente posterior ya que consigue incrementos importantes en el diámetro del canal. “El objetivo principal de cualquier abordaje quirúrgico es aumentar el diámetro del canal espinal y proporcionar a la médula espinal el espacio adecuado para evitar la comprensión estática y dinámica”, asevera el doctor Villarejo.
Las técnicas propuestas más recientemente incluyen mini placas de titanio, “que reducen el tiempo quirúrgico y mejora la seguridad del procedimiento”, afirma Villarejo.
Para el neurocirujano del Hospital La Luz, estos procedimientos recientemente mejorados y desarrollados también están destinados a tratar de mantener la musculatura paraespinales, que es un importante grupo de músculos de la espalda que ayudan a mover la columna vertebral. “Estos planteamientos producen que el paciente mantenga un buen rango de movimiento de los segmentos intervenidos y mantiene la curvatura de la columna, lo que reduce el riesgo de cifosis (arqueamiento de la espalda)”, subraya el doctor.
“La técnica consiste en un abordaje posterior de la columna cervical con el paciente en decúbito prono. Se fresan 2 0 3 láminas cervicales en ambos lados y en una se hace completa la apertura de la lámina y se abre 1 cm aproximadamente. Es como, una vez abierta la puerta que son las láminas fresadas, se unen con los pedículos con las miniplacas dejando entreabierta la puerta con el suficiente espacio para la descompresión”, explica Villarejo.
“Los resultados clínicos en los pacientes adecuadamente seleccionados reflejan una sorprendente mejoría. Ha demostrado ser una técnica efectiva y segura”, concluye Francisco Villarejo.