Los diputados del Parlamento británico respaldaron este pasado lunes una enmienda dirigida a forzar el próximo miércoles una votación para analizar los planes alternativos del Brexit. Le quitan así control a Theresa May.
Por 329 votos a favor y 302 en contra, la cláusula aumenta el poder parlamentario sobre el proceso de salida del Reino Unido de la UE. Eso sí, la votación del miércoles no será vinculante para el Gobierno.
Los planes alternativos pasan desde abandonar sin acuerdo a celebrar un segundo referéndum. También negociar una relación más cercana con el mercado único o suspender la ruptura.
Pese a todo, May ha asegurado que no se compromete a cumplir con el resultado de la votación. Y ha dicho que no dará al Parlamento “un cheque en blanco” para decidir el Brexit.
El poder de la enmienda
La enmienda permitirá a los diputados convocar el voto en los Comunes. Una prerrogativa reservada habitualmente al Gobierno. Un movimiento que para la primera ministra perturba el “equilibrio de las instituciones democráticas” del Reino Unido.
Todavía no se ha determinado si los parlamentarios se pronunciarán sobre cada una de las posibles propuestas o si se diseñará un sistema en el que elijan diversos planes por orden de preferencia.
Por el momento, May ha descartado llevar por tercera vez el acuerdo de Brexit al Parlamento, al admitir que no cuenta con los apoyos necesarios para ratificarlo.
