Los países de la ONU suspendieron este jueves la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos, una medida casi inédita y con la que Estados Unidos y sus aliados buscan seguir aislando a Moscú en respuesta a su invasión de Ucrania. La exclusión se basa en supuestas «violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos» cometidas por las tropas rusas en el país vecino.
La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la iniciativa impulsada por Washington con 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones, superando con holgura la mayoría de dos tercios necesaria, dado que sólo se tienen en cuenta los «síes» y los «noes». Rusia es el segundo país suspendido del Consejo de Derechos Humanos desde que éste se creó en 2006.
Rusia es una de las grandes potencias de Naciones Unidas y tiene poder de veto en el Consejo de Seguridad
Hasta ahora, el único precedente era la exclusión de la Libia de Muamar el Gadafi en respuesta a la represión de las protestas de 2011. En este sentido, la decisión tomada por la ONU tiene mucho más calado, ya que Rusia es una de las grandes potencias en Naciones Unidas, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, donde tiene poder de veto.
«Rusia no sólo está cometiendo violaciones de los derechos humanos, sino que está sacudiendo los cimientos de la paz y seguridad internacionales», dijo antes de la votación el embajador ucraniano ante Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya.
La supuesta masacre de Bucha como desencadenante de la decisión de la ONU
La posibilidad de excluir a Rusia del Consejo de Derechos Humanos se comenzó a plantear hace semanas, pero Washington no decidió dar el paso hasta que se conoció la supuesta matanza llevada a cabo en la localidad de Bucha, cerca de Kiev, donde las autoridades ucranianas acusan a tropas rusas de matar a cientos de civiles.
Para la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, con la medida de hoy se envía «un claro mensaje de que Rusia tendrá que rendir cuentas».
