En los últimos tres meses, miles de nicaragüenses han huido del país. El destino principal, Costa Rica, aunque otros países vecinos también están recibiendo migrantes de Nicaragua. En su último informe, ACNUR ha pedido apoyo para los lugares de acogida. Una huida multitudinaria que se convierte en la otra cara, la menos conocida, de la crisis desatada por la ola de protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega.
“Miles de nicaragüenses huyen debido a la creciente tensión política, violencia y graves violaciones de los Derechos Humanos en su país”, señala el portavoz de ACNUR, William Spindler. Éste ha explicado que el número de solicitudes de asilo se ha disparado. Concretamente, en Costa Rica, donde reciben hasta 200 peticiones al día de nicaragüenses.
Desde abril, cuando estalló la crisis en Nicaragua, se han registrado 8.000 solicitudes. Y, además, hay otras 15.000 personas que ya tienen cita para presentar su petición.
Costa Rica, destino preferido
Aunque otros países cercanos a Nicaragua también están recibiendo a los que huyen de allí, es Costa Rica el destino preferido. Tanto es así que sus autoridades aseguran estar ya desbordadas. Por eso, ACNUR ha aumentado su presencia en la región fronteriza y en la capital, San José. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados pretende dar así asistencia a los que salen del país nicaragüense.
Además, ayudan a los funcionarios costarricenses para procesar las peticiones de asilo. Su objetivo es aumentarlas de las 200 actuales a las 500.
“ACNUR valora los esfuerzos de las autoridades de Costa Rica al mantener las fronteras abiertas para los nicaragüenses que necesitan protección internacional, en línea con su larga tradición de solidaridad”, ha dicho Spindler. Pero también han pedido apoyo internacional al país y al resto de lugares de acogida para los nicaragüenses.
Entre ellos, Panamá, México y Estados Unidos, aunque los llegados hasta allí se cuentan sólo por cientos. Por su parte, El Salvador, Guatemala y Honduras y se están convirtiendo en países “de tránsito”.
Crisis sin fin
La crisis sociopolítica prendía mecha en Nicaragua en abril. Las protestas contra Ortega comenzaban por una polémica reforma de la seguridad social. Pero, rápidamente, se extendieron para reclamar la “democratización” del país. La represión de las manifestaciones ha dejado ya más de 400 muertos. Y miles de personas han decidido huir de ello.
Aunque el Gobierno y la oposición han lanzado un diálogo nacional, la negativa de Ortega a convocar elecciones anticipadas no facilita las conversaciones. Los próximos comicios presidenciales no están previstos hasta 2021.