Los cuatro diputados que consiguió la CUP en las elecciones del pasado 21 de diciembre volverán a marcar el devenir de la política catalana en la época más convulsa y decisiva de la Historia reciente.
La formación antisistema reunirá a su cúpula este domingo en la localidad de Cervera para debatir si varía el sentido de las cuatro abstenciones que harían viable la investidura de Quim Torra en el pleno previsto para el lunes.
El candidato designado por Carles Puigdemont necesita en esa segunda votación mayoría simple –más ‘síes’ que ‘noes’– para ser investido, algo que no ocurrirá si la CUP cambia sus cuatro abstenciones por votos negativos. Entonces, JxCat y ERC sumarían 66, mientras que el resto de formaciones alcanzarían los 69 escaños.
Pese a que el líder del grupo parlamentario de la CUP, Carles Riera, dio por hecho a principios de esta semana que los antisistema facilitarían la investidura de un candidato alternativo con cuatro abstenciones, existe una corriente dentro del partido que no ve nada clara la candidatura de Torra y prefería forzar la repetición electoral.
Esta estrategia viene condicionada por la encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) difundida este viernes. Según este CIS catalán, de celebrarse ahora nuevas elecciones la CUP se dispararía y lograría su mejor resultado histórico. Obtendría 11 escaños, siete más que los cuatro que tiene ahora mismo.
ARRAN TAMBIÉN PRESIONA PARA VOTAR ‘NO’
Mientras, Arran, las juventudes de la izquierda independentista vinculadas a la CUP, han rechazado la candidatura de Quim Torra porque “es una mala opción a nivel táctico y estratégico”.
“La investidura de Quim Torra no sirve para mantener el embate (obediencia al Estado), ni para sumar, ni para romper ‘indentitarismos’, ni muestra la correlación de fuerzas dentro del independentismo. Es una mala opción a nivel táctico y estratégico”, han manifestado a través de Twitter.
https://twitter.com/Arran_jovent/status/994927292135690242