El español Alberto Mielgo ganó con El limpiaparabrisas la estatuilla al mejor cortometraje animado en la 94 edición de los Óscar, un premio al que también aspiraba el director chileno Hugo Covarrubias con Bestia«. Al recoger el premio, Mielgo destacó que los nominados de su categoría en esta edición no han sido «mainstream», sino que eran producciones de «bajo presupuesto». Además, el cineasta español subrayó la temática de los cortos animados de este año: «Cuatro de ellos eran para adultos».
Visiblemente más nervioso que Mielgo, el productor de este cortometraje, el español Leo Sánchez, se ha subido al escenario y ha reforzado el discurso y la «gran visión» del cineasta, a la par que ha agradecido a todos los miembros del equipo de El limpiaparabrisas implicados en su consecución.
Mielgo lleva más de dos décadas trabajando en el mundo de la animación para gigantes como Disney, Netflix o Sony, pero ahora ha logrado el Óscar con su apuesta más personal: El limpiaparabrisas, una producción que reflexiona sobre el amor. Con su corto, Mielgo no quiere explicar nada ni tomar partido, solo retratar momentos que hagan pensar sobre cómo ha cambiado el amor y el lugar que ocupa en nuestra sociedad.
El cineasta se ha convertido hoy en el primer español que gana un Oscar al mejor corto de animación y el tercero en estar nominado después de Javier Recio por La dama y la muerte (2009) y Nuria González Blanco por Late afternoon (2018), aunque éste era de producción irlandesa. Era uno de los cuatro representantes españoles en el Teatro Dolby de Los Ángeles este domingo, junto a Javier Bardem, nominado por Being the Ricardos, y Penélope Cruz y el compositor Alberto Iglesias, por Madres paralelas.