Con cada actualización, WhatsApp mejora y refuerza su seguridad, conscientes de que la privacidad es cada vez más importante para sus usuarios. Los chats se cifran en extremo y los usuarios pueden configurar quién ve la foto de perfil, el estado o la hora de conexión. Todo ello en Ajustes, Cuenta y Privacidad.
Pero todavía hay huecos por los que los espías pueden colarse. Sobre todo, desde terceros dispositivos. Así, se puede configurar la verificación en dos pasos para acceder a WhatsApp desde un nuevo terminal, ingresando un código de seis dígitos. Una opción que se encuentra en Ajustes, Cuenta y Verificación en dos pasos.
Evitar miradas al utilizar el móvil también se puede conseguir si se deshabilita la opción de que los mensajes aparezcan en pantalla de bloqueo. Basta con acceder a Apps y Notificaciones, Notificaciones, Pantalla de bloqueo, No mostrar notificaciones.
El espionaje va desde mirar la pantalla de bloqueo a instalar app específicas.
Si lo que hemos hecho es utilizar la opción de WhatsApp en el ordenador del trabajo o de un lugar público, hay que recordar cerrar sesión y evitar así que otros ojos puedan ver nuestras conversaciones.
Por último, hay herramientas que pueden utilizarse para cotillear el móvil de otra persona. Lo cual además es un delito. Si hemos sufrido este caso, además de denunciar, se puede estar atento a señales que nos confirmen nuestras sospechas de que estamos siendo espiados.
Lo primero es revisar las app instaladas en el móvil. Si hay alguna sospechosa, lo mejor es borrarla. También se puede acceder al informe de WhatsApp a través de Ajustes, Cuenta y Solicitar Info de mi cuenta. Y otra forma efectiva aunque demasiado drástica es resetear el móvil y dejarlo de fábrica. Eso sí, hay que guardar antes todas las fotos y vídeos que no se quieran perder.