El cantante Miguel Bosé se dispone a afrontar unos meses de incertidumbre sobre el resultado judicial que pueda salir de la demanda que Nacho Palau interpuso contra él en España después de un año sde desacuerdos sobre la custodia y manutención de sus cuatro hijos. En este año, Miguel Bosé ha alternado su pulso familiar con sus apariciones públicas opinando de forma sorprendente sobre la pandemia del Covis-19.
Fue entonces cuando se supo de manera fehaciente que el cantante había mantenido durante 26 años una relación con el artista valenciano. También se dio a conocer que los cuatro hijos de Miguel Bosé también eran de Nacho Palau: una pareja de niños que vinieron al mundo en 2011 y que sólo se llevan siete meses de diferencia, ya que nacieron de dos gestaciones subrogadas que Bosé y Palau tramitaron en 2010 por separado.
Nacho Palau ha convocado en la vista a todo tipo de testigos, entre ellos su hermana y Lola, su madre
El juez español deberá determinar la filiación de los niños y la convivencia de estos. Palau deberá demostrar que fue pareja de Bosé durante 26 años y que fruto de esa unión, que nunca formalizaron firmando una unión matrimonial o los papeles de pareja de hecho, surgió el deseo de ambos por formar una familia, según ha publicado el diario ABC.
Nacho Palau ha convocado en la vista a todo tipo de testigos, entre ellos su hermana y Lola, su madre. El enfrentamiento y las disensiones se deben al desacuerdo sobre el lugar de residencia de Bosé y Palau. El cantante vive en México y Palau en Valencia.
El despacho de abogados Aranzadi Ríos & Bengoechea representa los asuntos de Bosé. No han querido hacer declaraciones a los medios. Continúan guardando silencio en un caso muy mediático del que solo se conoce una versión, que es la más afectada y que más sale perdiendo en este cisma familiar que ha separado a cuatro hermanos.