El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado que París y otras ocho ciudades francesas se encontrarán en toque de queda.
Desde esta semana Francia impone medidas contundentes para luchar contra la pandemia. El vertiginoso incremento de casos ha agravado la situación del país galo que ya ha actuado para no verse desbordado en una inminente y próxima segunda ola de la Covid-19.
Macron ha decretado la alerta máxima en París y otras ciudades como Marsella, Lyon, Toulouse y Montpellier
Tras la grave situación que afronta el país, Macron ha decretado la alerta máxima en París y otras ciudades como Marsella, Lyon, Toulouse y Montpellier. París es la ciudad con mayor índice de contagios: 413,2 casos por 100.000 habitantes. Los expertos advierten que las severas medidas afectarán gravemente a la economía, mientras que otro grupo apoya la decisión del Gobierno con temor a una saturación en las unidades de cuidados intensivos.
El toque de queda que se aplicó durante meses en la Guayana, departamento francés de ultramar, con resultados exitosos, puede servir de modelo. Según investigadores del Inserm (Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia) la medida resultó ser eficaz, pues tras la imposición del toque de queda, la tasa de reproducción del virus había bajado de 1,7 a 1,1. Es decir, las nuevas infecciones disminuyeron de 350 por día 80 en un mes después.
Más limitaciones
De este modo, el Consejo de Ministros justifica la restauración del estado de urgencia sanitaria por la gran amenaza que supone la rápida propagación del Covid-19 y sus dañinas consecuencias para la salud. Por ello, a partir de este sábado el Gobierno tomará medidas para limitar la circulación en zonas determinadas, prohibir desplazamientos o limitar reuniones públicas con el objetivo de prevenir una segunda ola de pandemia aún mayor que la primera.